Siempre provocador, Usain Bolt ha indicado que la edad en la que un velocista alcanza su mejor momento son los 27 años. ¿Adivine cuántos años cumple el jamaiquino el próximo 21 de agosto? Sí, los 27.

Algunos dirán que Bolt ya no tiene nada más que demostrar, que logró conquistar todo lo posible en el atletismo, como el primer hombre en ganar seis medallas olímpicas de oro, dueño del récord mundial en los 100 y 200 metros.

Se equivocan. El "Rayo" aún no ha saciado su apetito por acaparar medallas y récords. También —y esto hay que subrayarlo— más que nunca está ávido de realizar gestas en las pistas que le permitan pavonearse con su magnética sonrisa y poses triunfales.

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Lo que se avecina —del 10 al 18 de este mes— es el Mundial de atletismo en Moscú, cita que se disputa al año siguiente de unos Juegos Olímpicos y por ende se habla de un período de transición en el que se abre un compás para la aparición de nuevas figuras.

Bolt, sin embargo, no tiene ese tipo de intención. Vale recordar que sus vigentes récord mundiales en los 100 (9.58 segundos) y los 200 (19.19) fueron fijados en el Mundial de Berlín hace cuatro años, o sea en la resaca postolímpica.

El seis veces campeón olímpico sostiene que esos registros pueden ser eclipsados.

"Necesitaría hacer una carrera que técnicamente tendría que ser casi que perfecta", dijo Bolt sobre los 100.

Pero la plusmarca de los 200 es la que considera que está más a su alcance: "Es el récord que de veras quiero romper otra vez. Tengo más margen en los 200, que en los 100. Quiero ver si ver si puedo bajar de los 19 segundos. Eso sería especial".

Eso sería sensacional para los jerarcas del atletismo y los organizadores del campeonato, ya que Bolt ha quedado como la figura eminente de un deporte nuevamente golpeado por escándalos de dopaje, y con importantes ausencias en su cita de cada dos años.

En los meses previos al Mundial se promocionaba bastante un duelo entre Bolt y Tyson Gay, el estadounidense que había logrado los dos tiempos más rápidos de la temporada en los 100. Su 9.75 en Des Moines, Iowa, fue un crono que no conseguía desde 2009 para luego caer víctima de un sinfín de lesiones musculares.

Pero Gay dio positivo en un control antidopaje al que se sometió el 16 de mayo y renunció acudir al Mundial. Su caso está en las manos de la agencia antidopaje de Estados Unidos, expuesto a una suspensión de dos años.

La noticia sobre Gay trascendió el pasado 14 de julio, mismo día que se supo que Asafa Powell, ex dueño del récord mundial de los 100 y coterráneo de Bolt, había arrojado positivo por un estimulante durante el campeonato nacional que se disputó en junio.

Además, la jamaiquina Veronica Campbell-Brown, campeona olímpica de los 200 en Atenas y Beijing, arrojó positivo a un diurético en mayo.

"Esto ha sido como un paso atrás", reconoció Bolt al reaccionar sobre los casos de dopaje.

También juró que su nombre no será el próximo en ser embarrado por un escándalo: "Tengo confianza en mí y en mi equipo, con la gente con la que trabajo. Sé que estoy limpio. Seguiré corriendo, con mi talento y tratando de mejorar (la imagen) del deporte".

Bolt prácticamente tiene la vía despejada para recuperar su cetro en la prueba reina del Mundial, puesto que su compatriota y campeón vigente Yohan Blake no estará en Moscú por culpa de una lesión muscular. Bolt perdió el título hace dos años en Daegu, Corea del Sur, tras una salida en falso.

Si alguien podría darle batalla, ese es el estadounidense Justin Gatlin, quien venció a Bolt por una centésima de segundo en la justa de Roma por la Liga Diamante a inicios de junio. Gatlin fue campeón olímpico en 2004 y luego mundial en 2005, pero después purgó una sanción por dopaje.

Aparte de las estrellas que quedaron fuera por el dopaje, la cita se quedó sin David Rudisha, el plusmarquista de los 800. Aunque no alcanza los mismos ribetes de Bolt, Rudisha es la otra figura destacada del deporte tras su sensacional actuación en los Juegos de Londres con un récord mundial en el que él mismo estableció el ritmo.

Así es que los focos del Mundial estarán puestos exclusivamente en la velocidad, y el emperador Bolt.

En un anuncio publicitario para Puma, Bolt aparece aprendiendo unas frases en ruso grabadas en un casete. "¿Ya cruzaron la meta los demás? ¿Me puede sostener un momento mis medallas?". Es Bolt en su pura expresión, bromista y seguro de sí mismo.

"Aún se puede esperar mucho mí", afirma. "Mi objetivo es seguir ganando medallas hasta los Juegos Olímpicos de 2016. Quiero que se acuerden de mí como el mejor".