Pau Gasol, olímpico por quinta vez, se está despidiendo del básquet bajo sus propios términos
El canastero se propuso trabajar para jugar una vez más con la selección nacional de España, lo que está haciendo en Tokio 2020 probablemente por última vez.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Saitama, Japón. Pau Gasol está en la recta final de una extraordinaria carrera como jugador. Ha ganado múltiples campeonatos en España, tiene varios anillos en la NBA, un título mundial y tres medallas olímpicas. No tiene nada más que demostrar.
La pregunta es qué hace en los Juegos Olímpicos de Tokio.
La respuesta: el alero, de 41 años, se está despidiendo en sus propios términos.
Una fractura por estrés en su pie izquierdo le hizo pasar por el quirófano, empañó el final de su carrera en la NBA y le hizo contemplar seriamente el retiro hasta que pudo regresar a una cancha con el FC Barcelona esta pasada temporada para ayudar al club a ganar la liga española. Y ahora, una última incursión olímpica.
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“Me encanta este deporte”, dijo Gasol. “Quería terminar mi carrera jugando. He tenido una carrera tan increíble y extraordinaria que no quería que la lesión la terminase por mí. Y esta fue una lesión muy difícil y desafiante. Así que me marqué este objetivo de regresar a la cancha y jugar posiblemente los Juegos de nuevo con mi selección, y me esforcé al máximo para lograrlo”.
España (2-0) se enfrenta a Eslovenia (2-0) el domingo por la primera plaza del Grupo C. Ambos tienen ya su boleto asegurado a los cuartos de final del torneo. En sus dos primeros juegos en Tokio 2020, Gasol promedia 9,0 tantos y 6,0 rebotes, con un 62% de efectividad de campo.
“Estoy muy feliz por él”, dijo Marc Gasol, hermano menor de Pau y también veterano tanto en la NBA como en la selección. “Estoy orgulloso de él. No tenía por qué hacer esto. Ha hecho todo lo que se puede hacer como deportista profesional. Es un modelo a seguir en todos los niveles, como ser humano y como deportista”.
Los Juegos se retrasaron un año por la pandemia, y el coronavirus afecta a todos los aspectos del evento. Se realizan pruebas de detección del COVID-19 a diario, los deportistas tienen estrictas reglas sobre a dónde pueden ir y en la mayoría de las sedes no hay público.
Pero de no ser por ese aplazamiento, Pau Gasol no estaría en estos Juegos. Su pie no estaba listo hace un año. Necesitaba más tiempo para recuperarse de la operación y eso, junto al confinamiento obligado por la pandemia, solo complicaron una tarea ya de por sí difícil.
Pero esta primavera, pudo regresar a Barcelona y terminó jugando un papel importante en la obtención del título.
“Tuve que ser realmente disciplinado y crear mi propia rutina y dieta, pero con el respaldo de la gente y la creación de un equipo en Estados Unidos, tuve apoyos”, dijo Pau. “Obviamente, no puedo hacerlo sólo, así que fue un desafío porque en ocasiones los médicos no me dieron muchas esperanzas. Pero seguí luchando. Seguí creyendo que iba a salir bien. Y salió”.
En los últimos años ha tenido que luchar contra algo más que contra la lesión.
La muerte de Kobe Bryant — fueron compañeros en los Lakers, la franquicia con la que Gasol ganó sus dos títulos de la NBA, y se hicieron grandes amigos — en enero de 2020 le afectó profundamente. Cuando su esposa dio a la luz a la primera hija de la pareja en septiembre, le llamaron Elisabet Gianna, un pequeño homenaje a la hija de Bryant que también falleció en el accidente de helicóptero.
A medida que la recuperación, la rehabilitación y el entrenamiento para regresar al baloncesto se convertían en rutina, Gasol pensaba a menudo en Bryant.
“Kobe me sigue inspirando”, dijo Gasol.
Funcionó. Ignoró las sugerencias de que podía retirarse, de que volver tras la cirugía era arriesgado.
Él es quien dicta cómo será el último capítulo de su carrera como deportista. El baloncesto seguirá formando parte de su vida — quizás desde un despacho, quizás como propietario o quizás incluso como entrenador algún día — pero por ahora, lo único en lo que piensa es en una medalla más.
“El esfuerzo ha valido la pena”, dijo. “El riesgo ha valido la pena. Siento que merecía terminar en este escenario... Me gusta hacer cosas extraordinarias y siento que esto era algo por lo que valía la pena trabajar y luchar”.