Tokio. Dos temblores recientes movieron a Tokio, incluyendo la Villa Olímpica en donde hay 25 puertorriqueños de la delegación de Puerto Rico.

La situación, que no es normal para los puertorriqueños, sí lo es para este país, que maneja la situación como rutinaria.

El jefe de misión de la delegación de Puerto Rico, Víctor Ruiz, dijo que está “todo bien” en la Villa y con los residentes puertorriqueños, que incluyen a los últimos cuatro atletas que verán acción en los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

Ruiz, quien es ingeniero de profesión dijo que hay calma en la Villa Olímpica porque la construcción de los edificios japoneses está preparada para este tipo de situación.

“Tokio vive esto todos los días. Su arquitectura, lo que digo como ingeniero, está preparada. Si hay un país en donde me sentiría cómodo es en Japón. Los edificios están bien construidos”, dijo.

Los temblores que se han sentido fluctúan entre 4.0 y 6.0 en la escala Richters. El primero ocurrió el martes a las 7:20 de la mañana y el segundo a la siguiente madrugada, a las 5:00 a.m.

Tras cada terremoto, las calles de Tokio han lucido tranquilas, sin emergencia, en rutina.

Ruiz dijo que la superintendencia de la Villa Olímpica tampoco ha estado en alerta al tratarse de terremotos rutinarios.

De hecho, el jefe de misión agregó que los organizadores de los Juegos reunieron a cada líder de delegación para abordar el tema de los terremotos y su característica rutinaria. También dijo que, en esas reuniones, las autoridades presentaron a los jefes las regulaciones que usa cada construcción para saber que la Villa Olímpica cumple con los estándares de construcción.

“Fueron temas que se tocaron en reuniones”, dijo.

La delegación de Puerto Rico ha vivido en Tokio una estadía irregular en cuanto a fenómenos naturales durante unos Juegos Olímpicos, que incluyó un aviso de tormenta.

Al tercer día de inaugurados los Juegos Olímpicos, las autoridades japonesas avisaron sobre una tormenta que afectaría a Tokio. Algunos eventos deportivos, como remos, ajustaron sus calendarios como prevención a las lluvias y vientos que la tormenta dejaría sobre la ciudad.

Eventualmente no hubo consecuencias con la tormenta que no fuera los mencionados ajustes al calendario de los Juegos.

Claro está, Tokio también está en un estado de emergencia por el COVID-19.