Esta ciudad, fundada en 1629 tiene aún muchos edificio e instalaciones en construcción. Así se puede ver hasta de noche en un recorrido por la ciudad, que es sede de las modernas instalaciones deportivas que se han construido o reconstruido para los Juegos, como el estado de béisbol Édgar Rentería, el de fútbol Romelio Martínez o el Estadio Metropolitano, que será sede de los actos inaugurales este jueves.

“Esto ha quedado de primera. Todos los estadios están nuevos y listos”, dijo Jairo Pérez, un orgullo barranquillero, cocinero de profesión, que piensa asistir a los partidos de fútbol de los Juegos.

Igualmente fue construido e inaugurado en diciembre pasado el Centro de Convenciones Puerta de Oro, que albergará varios eventos, como gimnasia y tenis de mesa. Está localizado a orillas del Río Magdalena, que recién inauguró un malecón de 8 kilómetros.

Barranquilla disfrutará todo eso luego de poner un freno al entusiasmo por los Juegos para dedicarse en vida a su selección de fútbol, que llegó a la segunda ronda de la Copa del Mundo Rusia 2018.

Como dijo el barranquillero Juan Orango, “y ahora es que vienen los Juegos”.

La radio, televisión y prensa escrita le dan promoción diaria a los Juegos. El gobierno de Barranquilla igualmente. Y la presencia de Shakira es comentada en la calle como el atractivo de la inauguración.

También está recién inaugurada la Villa Centroamericana, que albergará a más de 5,500 atletas hasta el 3 de agosto, cuando cierran los Juegos.

Pero la Villa, según testimonios de atletas boricuas y una visita de GFR Media, no parece estar terminada. Al igual que otras instalaciones, la villa tiene aún múltiples obreros trabajando detalles.

“Hemos tenido situaciones que enfrentar. Pero vinimos preparados para eso”, dijo el tenismesista utuadeño Brian Afanador, quien está en sus segundos Juegos.

También se registran altas temperaturas en muchos Juegos, y estos no serán la excepción. Pero tampoco es muy distinto a Puerto Rico.

La temperatura está en 85 grados con cielos claros, y toda la superficie queda expuesta a un sol que pica. Además está ventoso y seco.

Los barranquilleros no lo piensan dos veces cuando se le pregunta qué escoger para una cena típica de la ciudad.

Con salida al Mar Caribe, aquí adoran la mojarra, que es un pez parecido al chillo, de carne blanca. Lo sirven frito, con tostones y arroz con coco, no solo en la costa, sino en el centro de la ciudad también.

El conteo regresivo de los Juegos está en dos. Y los barranquilleros están listos para la fiesta.