Nueva York. Novak Djokovic sigue relamiéndose con la medalla olímpica de oro que finalmente conquistó. Después de todo es una enorme gesta, uno que coloca en un sitial privilegiado dentro de otros logros — el récord masculino de 24 trofeos de Grand Slam, un gran total de 99 títulos en el circuito y la mayor cantidad de semana como número uno del mundo.

Pero para nada se da por conforme al afrontar el Abierto de Estados Unidos.

“La gente me pregunta: ‘Ahora que básicamente lo tienes todo con la medalla de oro, ¿qué te queda por ganar? Aún siento la ambición. Aún tengo el espíritu competitivo”, declaró el serbio en la víspera del último Grand Slam de la temporada. “Quiero seguir haciendo historia y disfrutar en la gira”.

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Con Djokovic, la sensación es que algún tipo de hito siempre está al alcance cada vez que salta a una pista. Es una realidad.

Para este encuentro en Flushing Meadows, donde la actividad arranca el lunes y Djokovic — el segundo cabeza de serie — enfrentará al moldavo Radu Albot (138 del ranking) la noche del lunes en el estadio Arthur Ashe, está la oportunidad de atrapar su 25to campeonato de sencillos en un grande, cifra que ningún hombre o mujer ha logrado en el tenis.

Como campeón defensor, Djokovic puede convertirse en el primer hombre que revalida la corona del US Open desde que Roger Federer enlazó cinco entre 2004 y 2008.

“Tengo que intentar ganar el trofeo. No sabía que no ocurría durante tanto tiempo”, apuntó. “Espero que eso cambie esta temporada, ese es el objetivo. La meta siempre es llegar a la final y pelear por el título en cada torneo que disputo. Mi mentalidad no cambia”.

Esa actitud tan consistente es lo que lo ha cargado a sus logros.

“Quiero seguir lo que Djokovic lo que ha hecho durante toda su vida: seguir mejorando y dar su mejor versión cada vez que entra a la pista”, comentó Carlos Alcaraz, el español de 21 años que ya atesora cuatro trofeos de Grand Slam.

Es por eso que es admirado tanto por sus colegas. “Es una bestialidad”, respondió Alcaraz al referirse a la posibilidad que Djokovic pueda conquistar un 25to grande.

Djokovic no juega desde que doblegó a Alcaraz en un par de desempates en el partido por el oro de los Juegos Olímpicos en la arcilla de Roland Garros a inicios de este mes.

La reacción de Djokovic en ese domingo — arrodillándose, temblando y llorando — reflejó el significado que revestía. Y fue algo que recordó este fin de semana.

“Fue un momento del que me siento muy orgulloso, la experiencia de colgar la medalla de oro en mi cuello, con el himno de Serbia y la bandera de Serbia. Es algo sumamente especial”, dijo. “Probablemente fueron las emociones más intensas que he sentido en una cancha de tenis. Y la forma en la que lo logré lo hace todavía más único”.

Y ahora ha llegado el momento de voltear la página y luchar por más trofeos.

“Los Grand Slams son los pilares de nuestro deporte. Son los torneos más importantes en la historia del tenis”, resaltó. “Si no te inspiras para jugar tu mejor tenis en estos torneos, es complicado hacerlo en otro sitio”.