Nadesha Pacheco compartió a su madre que soñó que había muerto antes del trágico accidente
La progenitora de la estudiante atleta de la Universidad Interamericana contó cómo fue la mañana en la que habló con su hija por última vez.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Yauco. Tres días antes de su repentino fallecimiento, la joven atleta de la Universidad Interamericana Nadesha Pacheco López, soñó que partiría con el Señor, pero no fue hasta horas antes del trágico accidente que se lo comunicó al despedirse de su madre.
Fue parte del relato que hizo este viernes en la Funeraria Yauco Memorial, Tahiry López, sobre los últimos instantes que compartió con su hija sin saber que en realidad sería la última vez que la vería.
El velatorio de la fenecida estudiante de Justicia Criminal, quien tenía planificado continuar estudios en Derecho una vez concluyera en enero su bachillerato, inició este viernes y se prolongará hasta el sábado en horario de 2:00 a 8:00 p.m., antes del sepelio, programado para el domingo a las 11:00 de la mañana en el cementerio nuevo de Yauco.
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Una camiseta con los colores amarillo y verde de la Universidad Interamericana, unas tenis y unos mahones conforman el ajuar del cuerpo de Nadesha, quien se accidentó en su vehículo el martes en el Expreso Luis A. Ferré en jurisdicción de Cayey a Caguas. La joven de 20 años fallecería horas después en el Centro Médico de Río Piedras, a donde fue transportada luego de recibir las primeras atenciones en el Hospital Menonita de Caguas.
“Ella en los últimos meses había puesto muchas cosas de Dios”, dijo López refiriéndose a varios mensajes que su hija Nadesha había publicado en su cuenta personal de la red social Facebook. “Nos fue preparando a todo el mundo. Yo no tengo acceso a su cuenta porque no tengo Facebook pero cuando recibí su teléfono lo vi todo”.
“Señor, ya me levanté, te quiero dar las gracias por un nuevo día”; “Nunca te canses de pedirle a Dios que te guíe”; “La persona que murió ayer, tenía planes para hoy. Agradece a Dios que estás respirando esta mañana”, fueron varios de los mensajes de otras personas que Nadesha compartió en su cuenta personal durante los últimos días de mayo, y a los que su madre tuvo acceso tras su trágico fallecimiento a consecuencia de las heridas que recibió, cuando su vehículo se estrelló contra un camión, quedando atrapado bajo el mismo.
“Ella estaba preparándose. Incluso el día que pasó eso, por la mañana se despidió de mí. Lo que nunca, ese día me levanté tarde. Siempre salgo (del hogar) antes de las 8:00 a.m., pero eran las 8:40 a.m. y todavía estaba en casa hablando con ella”, relató Tahiry, mientras su esposo y padre de Nadesha, continuaba realizando gestiones del velatorio en la funeraria.
“Esa mañana ella me dijo: ‘Mami, yo soñé que había partido con el Señor’. Yo le dije, ‘no digas eso, tranquila, esas son cosas que uno sueña’”.
Lo que no imaginaba es que sus palabras se cumplirían.
“Ese día ella iba a cambiar el aceite y filtro del carro y me dijo que por la tarde me veía en San Germán (Universidad Interamericana), porque ella tenía que hacer algo de la matrícula. Algo que no sucedió porque parece que la llamaron de Bayamón para algo del entrenamiento. Ella arrancó para Bayamón, yo haciéndola en San Germán. Pero ese lapso fue parece que bien rápido porque ella no se comunicó ni me dijo nada. Yo me enteré por la aplicación”, agregó la madre refiriéndose a la herramienta móvil SOS mediante lo cual se puede seguir la ubicación de seres queridos y contactos del teléfono.
“Es de esas estudiantes atletas que tienen grandes sueños”
En la funeraria las expresiones de condolencias a los familiares y amigos de la joven no se hicieron esperar desde que abrieron las puertas. Un grupo de atletas, compañeros de Nadesha, hicieron acto de presencia y realizaron una guardia de honor frente al féretro, mientras decían algunas palabras.
Un afiche con imágenes de Nadesha figuraba a un extremo del ataúd. Dentro del mismo, dos placas en reconocimiento a su rendimiento en la Liga Atlética Interuniversitaria, la acompañaban.
“Yo sabía de ella anteriormente, pero vine a hacerme amiga de ella en la Inter, pues se me dio la oportunidad de hospedarme con ella. Estuve con ella y con otra compañera que hacía atletismo con ella”, dijo una de las estudiantes que participó en la guardia de honor, Alondra Santiago, jugadora de voleibol de la Interamericana.
“Conocí todo de ella, su lado bueno, su lado malo. Vi cuando estuvo en sus peores momentos… tuve que ayudarla porque para eso estábamos. Era una persona que siempre que no le salía algo, se frustraba, y yo lo que le decía era que ella iba a ser una persona grande y que lo que tenía que hacer era seguir intentando. Lo hacía y lo cumplía”, agregó Alondra en un aparte con este medio.
Durante la guardia de honor la voleibolista sacó sonrisas a compañeros y familiares de Nadesha, al admitir que a veces peleaban en el hospedaje. Otro de los atletas en la guardia dijo que era una “terca”.
En realidad se referían ambos al carácter impetuoso y decidido de la joven atleta adscrita a la Federación de Atletismo de Puerto Rico (Fapur), y cuya psicóloga deportiva, Jackeline Rosado, dio testimonio de su personalidad.
“Nadesha es de esas estudiantes atletas que tienen grandes sueños. Quería primero estudiar medicina. Luego descubrió una gran habilidad que tiene para defender sus derechos, y dijo, no, voy a estudiar Derecho. Y se empeñó en hacerlo, demostrando que era buena en la pista, buena como estudiante, y buena compañera también. Tenía un sentido de justicia de esos como que uno no puede entender. Y estaba abogando no solo por ella sino por los derechos de otros compañeros. Son de esos atletas que no importa la adversidad, hacía lo que fuera necesario para vencer el obstáculo”, destacó Rosado, quien dijo que la conoció cuando Pacheco López se integró a la Selección Nacional juvenil de la Fapur.
No habían cosas que desviaran la atención por el atletismo, de la velocista especialista en 100, 200 y 400 metros. Ni siquiera en sus tiempos libres hacía otra cosa que no fuera entrenar.
“En su tiempo libre tenía que estar entrenando. Ni en vacaciones. Se iba para casa y Tahiry le decía quédate aquí, pero ella se iba por los alrededores”, dijo por su parte Joshua Pacheco, de 27 años, y hermano mayor de Nadesha, quien reside en Orlando, Florida.
Mañana, sábado, a las 10:00 a.m., habrá un acto de recordación y servicio religioso en la capilla de la Universidad Interamericana en San German. Luego, el velatorio continuará en Yauco de 2:00 p.m. a 8:00 p.m.