La bolera de Jayuya, Tu Bolera, sigue en pie como ese palo que se tambalea a la derecha del carril, pero no se cae.

Así quieren verla los hermanos jayuyanos Leishe y Derek Vélez Rosado, producto de la única bolera en la zona de la montaña y quienes desearían que ésta se convirtiera en un centro de desarrollo de jugadores igual que el vecino Utuado se ha convertido en semillero nacional de tenismesistas.

Para eso, los hermanos contaron su historia y su testimonio.

“Nosotros le sacamos el máximo a la bolera”, dijo Derek.

La historia inició cerca del 2013, cuando el papá de los hermanos, Rolando, sufrió múltiples lesiones por un accidente vehicular y necesitó ayuda recreativa y física. La bolera fue el centro de rehabilitación.

“Como cinco o seis meses después del accidente, papi comenzó a ir la bolera en muletas y nosotros lo acompañábamos. Necesitaba entretenerse y le ayudaba en lo físico”, recordó Leisha.

Poco a poco, los hermanos de entonces 16 y 13 años, fueron agarrando su bolita de bowling para lanzarla y llevarse la satisfacción de un strike y evitar la decepción de irse por la canal.

Derek había intentado jugar baloncesto, béisbol y voleibol, pero el bowling lo atrapó.

“Ningún deporte lo logró enamorar como el bowling”, recordó su hermana.

Los Rosado llevaron el juego a otro nivel; crearon una competencia familiar en la bolera, la que llamaron “Liga Los Rosado del barrio Mameyes”, y crearon un junte familiar entre hermanos, hijos, primos, tíos... como 30 en total.

“Íbamos a jugar una vez al mes y al final del año sumábamos las puntuaciones y sacábamos un campeón”, dijo Leisha.

Derek se entusiasmó y compró su primera bola.

“Era de plástico, que ahora mismo no me sirve. Pero le cogí en gusto al juego”, recordó.

Se destacó y lo contactaron en Ponce, por vía de un amigo, para jugar en la Caribe Bowling League de ese pueblo. Y allá fue a jugar, a conocer el bowling a otro nivel, a viajar por la Isla para representar la Liga en casi todas las boleras de Puerto Rico.

“En Ponce fue diferente. Había más competencia y me dediqué a mejorar. Cada vez que salíamos a jugar era un aprendizaje, algo nuevo, algo que mejorar”, recordó Derek.

Se hicieron atletas nacionales con la Federación de Bolos de Puerto Rico, que ha sido consistente dándole a Puerto Rico medallas, como las tres de oro y una de bronce que logró en los recién concluidos Juegos Panamericanos Juveniles en Cali.

Sus padres invirtieron en sus hijos; en equipo, entrenadores y, sobre todo, tiempo.

“Gracias a nuestros padres mejoramos”, dijo Leisha.

Con la Federación compitieron en múltiples eventos alrededor del País. Dereck, inclusive, viajó a Estados Unidos a representar a Puerto Rico. Y en el 2017, en los Juegos Nacionales que organiza el Departamento de Recreación y Deportes, se convirtieron en una pareja de medallistas para orgullo de los Vélez Rosado y de Jayuya.

“Derek ganó bronce y yo plata en representación de Jayuya”, dijo Leisha.

Ahora con 24 años, Leisha es asistente de mercadeo en Gurabo y vive en Guaynabo. Derek, de 21 años, reside en Jayuya con sus padres. Los dos recuerdan a Tu Bolera con gratos recuerdos, de un lugar familiar, deportivo y con capacidad para desarrollar talentos para nuevas generaciones de jayuyanos.

“Nos gustaría ver la bolera bien. No todo el mundo puede jugar baloncesto. El bowling lo ven como algo recreacional. Pero es más que un juego en aire acondicionado; es balance, es consistencia. Nosotros le hemos sacado el máximo a la bolera”, dijo Leisha.