“Mr. Rayting” Ray González: más de tres décadas moviendo las fichas y dando jaque mate
El veterano luchador conversa con Primera Hora sobre su legendaria carrera como antesala a Aniversario 51.
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Por más de tres décadas, “Mr. Rayting” Ray González ha sido un pilar en la lucha libre puertorriqueña, al punto que se ha convertido en un ícono de la cultura popular.
Sin importar la época, González ha marcado a cada uno de los fanáticos que lo han visto por la pantalla chica o en alguna cancha o coliseo de la isla con frases como “¡Maldita sea!”, “Te voy a dar Jaque Mate” o “Yo soy el que mueve las fichas”. Y claro, su habilidad técnica en el ring.
A sus 52 años, el hombre que mueve las fichas continúa dando cátedra en este rudo deporte y retará el sábado a Intelecto Cinco Estrellas en una lucha sin descalificación por el campeonato Universal de World Wrestling Council (WWC) en la estelar de Aniversario 51 en el Coliseo Rubén Rodríguez, de Bayamón.
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De salir victorioso, González añadiría otro hito a su ya legendaria carrera, pues se convertiría en el primer luchador que ostenta el título Universal en cuatro décadas distintas. El mismo campeonato que Carlos Colón, Abdulla The Butcher, Invader I, entre otros, han portado.
Para estar a las puertas de dicha hazaña, González ha tenido una longeva carrera que comenzó en 1990, pero se enamoró de este rudo deporte mucho antes.
Cuando tenía apenas 10 años, un pequeño Ray se encontraba cambiando los canales de su televisor, cuando se topó con la transmisión de Las Superestrellas de la Lucha Libre en el canal 7. En ese momento, vio una imagen que nunca olvidó.
“Cuando yo prendo el televisor, vi a Carlos Colón en el área donde hacen las entrevistas y Abdulla The Butcher le tiró una malla de pescar. Lo dejó allí todo tirado y eso como que me succionó. Ahí yo apunte el horario y empecé ver la lucha libre todas las semanas”, contó González en entrevista con Primera Hora.
Cinco años después, se subió a un cuadrilátero por primera vez en un gimnasio en Río Piedras, de la mano de Jerry Mercado y Ricky Pino.
“Ahí aprendí lo básico que hace un luchador. Las caídas, mejorar la condición cardiovascular y ponerse en condición”, recordó.
El camino para lograr su sueño de convertirse en un luchador profesional no fue uno fácil. González, oriundo de Dorado, se iba en pon con Mercado para llegar a Río Piedras. Sin embargo, cuando Mercado no lo podía traer de vuelta a Dorado, “Mr. Rayting” se las tenía que ingeniar para regresar a su hogar con otros conductores.
“Yo era bien arriesgado, pero era lo que quería hacer y nunca tuve malos contratiempos. Gracias a Dios me salió todo. Esa fue una de las muchas travesías que tuve que pasar para seguir el sueño y la meta de uno”, dijo.
Llegada a Capitol
El sacrificio valió la pena porque, en el gimnasio de Pino, González conoció a numerosos luchadores que se desempeñaban en Capitol Sports Promotion, ahora conocida como WWC. Entre ellos, estaba Nick Ayala, quien lo invitó a un tryout de la empresa. No obstante, el desenlace no fue el esperado.
Al llegar, Invader I, quien era el encargado del talento, lo miró de arriba abajo y le preguntó cuánto pesaba.
“Como 180 libras”, contestó González. “Súbete 20 libras más y vuelve”, respondió Invader I.
“Para mí, eso fue un halago. Me tomó seis meses y, cuando volví, me dijo: ‘Ahora sí te ves bien. Ven el otro miércoles’. Ahí comenzó la carrera mía”, recordó.
González debutó en 1990 bajo el personaje de El Cóndor, un enmascarado muy distinto al “Mr. Rayting” que los boricuas conocen. De acuerdo con González, la idea de que se estrenara en Capitol con una máscara fue del mismo Invader, quien pensaba que era una buena idea conservar la identidad del doradeño para un futuro.
De hecho, el Invader I hasta se disculpó con González cuando le informó que empezaría su carrera bajo una máscara.
“Yo le dije: ‘Muchacho, olvídate de eso. Yo a lo que vine aquí fue a aprender. Dame la oportunidad que no te voy a fallar’. A mí me gustaba usar la máscara. Al luchador lo que le gusta es estar dentro de esa burbuja que se hace llamar lucha libre”, comentó.
Un año después, surgió un ángulo de enemistad y riña entre Miguelito Pérez y Huracán Castillo. Con Castillo como rudo, había un espacio en el lado de los técnicos.
Ante esta situación, Colón le ofreció al doradeño la oportunidad de luchar más días en la semana, pero bajo la identidad de Ray González. Y este no titubeo en decir que sí.
“Lo vi como una oportunidad. Yo nunca tuve esa mentalidad de creerme que ya lo sabía todo. Yo estaba en un proceso de absorber y aprender todo para seguir echando para adelante”, aseguró.
Primer Campeonato Universal y rivalidad con Carlos Colón
Con esta nueva identidad, la carrera de González tomó vuelo de inmediato y ganó varios títulos como el campeonato Junior Completo y el campeonato del Caribe en parejas junto a Ricky Santana. Dos años más tarde le llegó la anhelada oportunidad por el título Universal.
Con apenas 21 años, derrotó a Greg Valentine el 2 de abril de 1994 para consagrarse por primera vez como el campeón Universal. A pesar de que había acabado de lograr una meta que tenía desde pequeño, González no tardó mucho en percatarse que todavía no estaba listo para cargar con dicha responsabilidad.
“Gané el título, pero me di cuenta que no estaba preparado. Eso uno lo siente y tiene un peso... Es una responsabilidad grande porque eres la cara de la compañía. Tú eres el primero que la compañía va a anunciar y por eso tienes que cuidarte. Como luchador sentía que me faltaba aprender la manera de proyectarme y, cuando uno siente eso, crea mucha inseguridad”, compartió.
Ese primer reinado de “Mr. Rayting” con el título Universal duró 78 días. Pero no sería la única vez que ostentó el campeonato, ya que a lo largo de su carrera lo ha ganado 21 veces.
A finales de los 90, González pasó al bando de los rudos y ahí fue donde verdaderamente pudo sacar su carisma a pasear. Durante ese tiempo, tuvo la oportunidad de trabajar con las estrellas que veía desde su televisor en Dorado, Carlos Colón e Invader I. De hecho, González afirmó que hasta hoy día piensa que la rivalidad que tuvo con Colón ha sido la mejor de su carrera.
“Aprendí muchísimo. Con ellos, me pulí de una manera que hizo que mi carrera se estableciera y pudiera ser la cara de la compañía. Cuando luchaba con Carlos, aprendí como hacer que el público sufriera. Es un baile entre tres que uno aprende. Saber leer al público y qué es lo que buscan, lo aprendí con ellos”, confesó.
Incluso, poco después González trabajó con un novato Carly Colón, quien en futuro sería conocido como Carlito Caribbean Cool en la WWE. González admitió que supo que aquel joven tenía un futuro prometedor en este rudo deporte desde el primer momento que se vieron las caras en un ring.
Lo cierto es que a finales de los 90 la lucha libre estaba en su mejor momento con la denominada Attitude Era de la WWF (ahora WWE) y la WCW. En ese entonces, ambos gigantes del entretenimiento se estaban yendo de tú a tú en una guerra de ratings los lunes en la noche. De hecho, había sangre puertorriqueña en la WWF con la facción “Los Boricuas”, confeccionada por Savio Vega, Miguel Pérez, Huracán Castillo Jr. y José Estrada Jr.
A pesar de que varios luchadores del patio habían dado el salto a WWF y estaba empezando a entrar en el mejor momento de su carrera, González decidió quedarse luchando en la isla. Una decisión que hasta hoy día sorprende a los fanáticos de este rudo deporte.
“Fue todo por responsabilidades, pero yo también le tenía miedo al inglés”, reveló el veterano luchador sobre el porqué se mantuvo en Puerto Rico.
“Siempre he dicho que si tú vas a irte internacional, tienes que saber inglés y eso aplica para todo. Pero eso no fue lo primordial para que yo no me arriesgara. Yo también tenía el colmadito de la familia, aquí me iba bien y no intenté seguir a ‘Los Boricuas’. No me arrepiento”, abundó.
IWA “era diferente”
Pero con todo y que decidió mantenerse en Puerto Rico, su carrera tomó un drástico giro años después. Precisamente en el 2002, cuando dejó la WWC para irse a la IWA. Allí, González conoció un lado de la lucha libre que no había visto antes.
“Allá el público era un poco diferente al tradicional. Allá al público les gustaba más la acción. Acá en WWC les gustaba más el llaveo. Tú no podías poner a un luchador en una llave porque se aburrían. A IWA le funcionó ese formato con los llamados in ring, que era básicamente que el luchador hablaba en el micrófono dentro del cuadrilátero. Muy distinto a WWC que era solo con entrevistas”, explicó.
Al igual que en WWC, “Mr. Rayting” tuvo en la IWA legendarias batallas con luchadores con los que no se había topado en el ring. Pero quizás ninguna de esas rivalidades se compara a la que tuvo con “El Mesías” Ricky Bandera, a quien derrotó para ganar su primer Campeonato Mundial Peso Pesado de la IWA.
Una de las más memorables es la apodada “Lucha del Siglo” que tuvieron en 2002 en el evento Golpe de Estado, que se celebró bajo una lluvia torrencial en el Estadio Roberto Clemente Walker, de Carolina.
“Fue difícil pelear allí”, recordó González. “La mayoría de la gente dice que esa fue la mejor lucha, pero yo encuentro que con Banderas yo hice otras luchas que fueron superiores a esa que tuvimos bajo el aguacero porque era difícil. Uno se resbalaba y se caía, pero lo que pasa es que ahí pasó algo que la hace especial y es que, cuando Banderas levantó los brazos en su entrada, cayó un rayo a la misma vez y muchacho…”.
“Parece que eso es lo que la gente recuerda de esa lucha porque pasó. Yo miré a Pelayo (Vázquez), que era el árbitro y le dije: ‘Na’. Fue una experiencia bien jocosa”, añadió.
El doradeño terminó ganando siete veces el Campeonato Mundial Peso Pesado de la IWA. En 2007, abandonó la empresa para volver a la WWC. Sin embargo, esta sería una breve estadía, ya que en 2011 regresaría nuevamente a la IWA por un año.
“Esto es como una rueda”
No fue hasta 2012 que se volvió a establecer en WWC y de ahí no se ha vuelto a mover. Sin embargo, a principios de esa década la lucha libre puertorriqueña no estaba en su mejor momento. Y es que aquellas canchas llenas y alborotadas parecían haber pasado a la historia.
“La lucha libre estaba mermando un poco cuando volví a WWC. Ya no se estaba luchando cinco días a la semana y los eventos eran solo los sábados y domingos. También habían talentos nuevos en proceso de desarrollo y, cuando sucede eso, la mayoría de las veces merma porque la gente no los conoce”, manifestó.
No obstante, hoy día el escenario es uno muy distinto. En los últimos años, se ha visto un aumento en el público que llega a las carteleras. Para González, Bad Bunny y el Premium Live Event (PLE, por sus siglas en inglés) Backslash, que WWE efectuó en el Coliseo de Puerto Rico en 2023, tienen mucho que ver con este resurgir.
“Esto es como una rueda. Bad Bunny participó en Backlash y eso era malo para muchos en aquel entonces, pero yo pensaba que nos iba a ayudar. Los jóvenes, que no sabían nada de lucha, lo vieron a él y muchos siguieron viendo lucha porque esto es como una cadena”, opinó.
En la actualidad, González y otros veteranos como Lightning, El Chicano, “The Precious One” Gilbert y Mr. Big son los que quedan de antiguas generaciones en un camerino lleno de nuevas estrellas. Pero es esa fórmula de veteranía y juventud la que WWC apuesta para atraer a nuevos fanáticos.