Muchos dirán que el 2016 fue el año de UFC debido a todos los récords que se han roto, y los que aún faltan por establecer con el cartel de UFC 207 el 30 de diciembre.

Esa noche, el  evento estelar tendrá el  regreso de Ronda Rousey ante la campeona femenina peso gallo Amanda Nunes.

Pero la pura verdad es que el 2016 fue el año del irlandés Conor McGregor, y de cómo él ayudo a UFC a llegar a otro nivel.

Tome en consideración que UFC nunca antes había logrado tener más de dos transmisiones de pague-por-ver (PPV) de sobre un millón de ventas en un mismo año. 

Sin embargo, de cuatro eventos de PPV que UFC ha tenido sobre un millón de ventas en el 2016, en tres de ellos el polarizante peleador irlandés estuvo en la pelea estelar, incluyendo UFC 196 en marzo ante Nate Díaz (1.6 millones), UFC 202 en agosto en revancha con Díaz (1.65 millones – nuevo récord para un evento singular) y UFC 205 en el debut de la empresa en el Madison Square Garden de Nueva York en noviembre (1.4 millones de ventas) , en el que noqueó al peleador de sangre boricua Eddie Álvarez para adjudicarse la correa de 155 libras y convertirse en el primer campeón de dos divisiones de forma simultánea al agregar esa correa a la que ya tenía de 145 libras.

El otro evento que vendió sobre un millón de PPV este año lo fue el emblemático cartel de UFC200 en julio con el regreso de Brock Lesnar, el cual tuvo 1.2 millones de ventas.

Nuevo récord de total de PPV

De esta forma, McGregor ha ayudado a UFC a no solo superar las ventas de PPV que tuvo en el 2015 (7.37 millones de ventas) –que ahora es su cuarta mayor cifra en la historia– sino que también ya rebasaron la tercera mejor marca establecida en el 2009 de 8.02 millones de ventas en 13 carteleras. 

Actualmente, UFC ya lleva cerca de 8.1 millones de ventas en el 2016 y todavía falta el PPV de Rousey vs. Nunes para cerrar el año. Así que si éste evento también vende sobre un millón –como se anticipa– UFC podría terminar con sobre 9.1 millones de ventas para un promedio de sobre 700,000 ventas por cada PPV (en 13 eventos) y así superar el récord global de 2010 de 8,805,000 ventas (en 15 eventos). 

 En el boxeo, la pelea que más PPV vendió en el 2016 fue la del supuesto retiro de Manny Pacquiao ante Tim Bradley en abril con  400,000 ventas.

Aparte de su éxito en PPV, la presencia de McGregor le ganó fanáticos nuevos a UFC gracias a su estilo controversial en las conferencias de prensa, así como su estilo excitante de pelea dentro del octágono. Por sus ‘sacrificios’, McGregor desglosó ganancias personales en cerca de $40 millones entre salarios y porcentajes contractuales por ventas de PPV.

Histórico regreso a Nueva York

Por primera vez desde el 1995 y por vez inicial en Madison Square Garden, UFC pudo efectuar un cartel en Nueva York tras la legislatura estatal finalmente aprobar un reglamento de MMA. Y con un evento así de trascendental, no había otro que no fuese McGregor para encabezar el cartel ante Álvarez.

Él irlandés, complementado por un cartel con asombrosa profundidad en términos de calidad de peleadores, logró que UFC rompiese el récord de ganancias para efectos de cualquier evento escenificado en el Garden con $17.7 millones, rompiendo al gate de $13.5 millones que había producido la pelea de boxeo de peso pesado entre Evander Holyfield y Lennox Lewis en el 1999.

Cambios de títulos a granel

El 2016 vio el ascenso de nuevos campeones, aparte de McGregor. Stipe Miocic noqueó a Fabricio Werdum en mayo para coronarse monarca peso pesado, el inglés Michael Bisping hizo lo propio al sorprender a Luke Rockhold por la faja de las 185 libras en junio, Tyron Woodley noqueó al imponente Robbie Lawler en agosto para apoderarse de la correa de las 170 libras y Dominick Cruz vino del retiro para recobrar el cetro de las 135 libras sobre T.J. Dillashaw.

En el caso de la faja de 155 libras, ésta cambió de manos dos veces con Álvarez noqueando al brasileño Rafael dos Anjos en julio pero luego cediéndola a McGregor. Mientras,   la faja femenina de 135 libras fue pasada como una ‘papa caliente’. Holly Holm se la arrebató a Ronda Rousey en noviembre de 2015 de forma espectacular, pero la perdió en su primera defensa en marzo cuando Miesha Tate vino de atrás en el quinto asalto y la puso a dormir. 

Desafortunadamente para Tate, su gloria duró poco y Nunes le quitó el título en julio en UFC 200 vía sumisión y ahora lo defenderá ante Rousey.

Tate y  el peso gallo Urijah Faber optaron por retirarse este año, por lo que  UFC perdió  dos de sus figuras más reconocidas en años recientes.

Álvarez encabezó a los boricuas 

Entre los 11 peleadores de sangre boricua, Álvarez fue el más notable al convertirse en julio en el primer peleador en ser campeón de UFC y de Bellator en la historia. 

Anthony Pettis tuvo la oportunidad de conseguir la corona interina de las 145 libras el pasado 10 de diciembre, pero tuvo dificultades en hacer el peso y luego perdió ante Max Holloway, indicando luego que regresaría a las 155.

Por su parte, Jimmie Rivera extendió su racha victoriosa a 19 en ristra, incluyendo un triunfo sobre Faber, y ha subido como la espuma en el ranking de 135 libras y el 15 de enero se medirá al tercer clasificado Bryan Caraway. 

Además, el invicto prospecto Shane ‘Hurricane’ Burgos (8-0) tuvo un exitoso debut el pasado 3 de diciembre y dará de qué hablar en las 145 libras.