LIMA, Perú. - La atleta boricua Mariecarmen Rivera recorrió un largo camino para, finalmente, colgarse una presea en unos Juegos Panamericanos.

Rivera ganó ayer la medalla de bronce en ‘paddleboard’, una de las modalidades del debutante surfing en estos Juegos, y contó el largo camino que le tomó recorrer para colgarse su primer metal en un ciclo olímpico.

“Es una historia de no quitarse y de aprovechar el momento”, dijo ayer Rivera.

Contó que todo comenzó en el pueblo de Cidra, donde la hija de Cruz Naida Rivera nació y se crió. Y luego a los 6 años se mudó a Caguas, donde comenzó a practicar la gimnasia artística.

Agregó que fue reclutada por la Federación Puertorriqueña de Gimnasia y que se mudó al centro de entrenamiento del organismo en Carolina, en la legendaria instalación Manuel Carraquillo Herpén. Allí compartió con atletas de renombre en Puerto Rico, como Luis Felipe “Tingui” Vargas y Luis Rivera.

Enumeró que su primero de seis eventos de un ciclo olímpico fue en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Cartagena 2006, en donde fue protagonista de la clásica historia de la atleta más joven de la delegación junto al de mayor  edad de ese grupo. Contó que tenía 13 años cuando debutó en Cartagena 2006, junto con el veterano tirador, Ralph Rodríguez.

“Hice el aparato de piso y salto en Cartagena”, recordó la atleta.

Al año siguiente, Rivera hizo su debut en gimnasia panamericana en Río 2007, en donde los ‘Golden Boys’ sorprendieron a América con un oro por equipos.

Inicio en gimnasia

Reveló que tras 10 años en la gimnasia hizo un cambio de deporte a canotaje. También con talento, Rivera fue reclutada por la Federación Puertorriqueña de Canotaje y se destacó en la modalidad de kayak. Dos veces hizo el equipo de Puerto Rico y se convirtió en representante en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010, y en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y de Toronto 2015.

Admitió que hasta ese momento, tras darle le vuelta a la región del Caribe y a América en dos modalidades distintas, nunca pudo colgarse una medalla.

Apoyo familiar

Dijo que se llegó a frustrar, como todo atleta, pero encontró motivación  e inspiración en su madre Cruz y hermana, Rozemy.

“Siempre tuve un sueño de lograr una medalla y una determinación que saqué de mi mamá, que siempre me carrete’ó y me apoyó. Eso es importante en un atleta y yo tuve mucho de eso”, contó Rivera.

La estudiante de Quiropráctica en el estado de Florida saltó en su historia al 2017, cuando descubrió el ‘paddleboard’ y se enamoró de este deporte acuático, que parecería tener poco que ver con la gimnasia y algo  similar con el

canotaje.

Reveló que es multidisciplinaria gracias a la gimnasia, uno de los deportes que lo expertos llaman el ‘deporte base’ por su capacidad para desarrollar balance y coordinación en ambos hemisferios del cuerpo.

“Tiene que ver mucho con la gimnasia. Es un deporte que te trabaja completo. Un gimnasta puede jugar cualquier deporte, excepto baloncesto y voleibol (por la estatura)”, apuntó la boricua.

Y dijo que lloró de la felicidad al ganar una medalla finalmente, luego de probar suerte en dos disciplinas, de 13 años de participación en  ciclos olímpicos, de frustraciones y de encontrar una Federación de Surfing a la que le agradece el buen trabajo que han hecho juntos.

“Me siento superemocionada porque llevo muchos años en el deporte. Significa mucho para mí”, concluyó.