En una hazaña que requirió meses de preparación, disciplina y mucho coraje, el educador aguadillano Antonio Bosques González, de 60 años, logró –por segunda vez– recorrer la Isla en un día, una aventura que integró a los esfuerzos de concienciación del Día Mundial del Sida, el 1 de diciembre.

@primera_hora En una hazaña que requirió meses de preparación, disciplina y mucho coraje, el educador aguadillano Antonio Bosques González, de 60 años, logró –por segunda vez– recorrer la Isla en un día, una aventura que integró a los esfuerzos de concienciación del Día Mundial del Sida, el 1 de diciembre. #PrimeraHora #Ciclista #NoticiasPuertoRico ♬ Fun - Daily Musik Production

Eran las 9:00 de la noche del 30 de noviembre, cuando el maestro de historia, arrancó la ruta de unos 460 kilómetros, y cuyo punto de salida fue el sector Cuesta Nueva, en Aguadilla.

“Salimos de frente al Mural del Tiburón, pero el proceso de la carrera empezó mucho antes. Contraté a un sicólogo deportivo, para que me ayudara a prepararme mental y sicológicamente; también contraté una dietista que me ayudó a establecer unas tablas y un régimen (alimenticio)”, señaló Bosques González.

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Pero la ruta no la hizo solo. En determinados tramos, contó con el apoyo de ciclistas como José “Pipe” Pérez, David Babilonia y el comisario de la Federación de Ciclismo de Puerto Rico, Francisco Santiago Bonet y su esposa, Marian Santiago Bonilla.

De Aguadilla, recorrió casi todos los municipios de la costa oeste y sur hasta llegar al este. Su primera parada fue en Fajardo.

“Corrí, prácticamente, de Aguadilla a Fajardo, lo hice completo. La guagua me suministraba las barritas (nutricionales), las granolas, la hidratación, las frutas... todo me lo suplía, además de las bebidas energizantes cada hora. Yo tenía una tabla de la alimentación por hora”, contó el ciclista.

Sus dos hijas, Natalia Bosques Chico y Laura Sofía Bosques Soto, le esperaban con orgullo en la meta.
Sus dos hijas, Natalia Bosques Chico y Laura Sofía Bosques Soto, le esperaban con orgullo en la meta. (Suministrada)

De ahí, pasó a los pueblos costeros del norte hasta alcanzar su meta de estar de vuelta en Aguadilla en un tiempo aproximado de 19 horas y 36 minutos. Llegó el 1 de diciembre a las 4:40 de la tarde.

¿Qué fue lo más retante del trayecto?, preguntó Primera Hora.

“De Arroyo para allá el camino se vuelve un poco más retante, porque empieza a tener una semicuesta y empieza lo que llamamos un falso plano y eso te va gastando hasta que llegas a Maunabo, que son las cuestas grandes. Llegas a Yabucoa, toda esa área este son lomos; por el norte, aunque vienes con el viento a favor, el sol coge a uno y lo tuesta”, destacó el educador de la escuela Juan Suárez Pelegrina, en Aguadilla.

Lo más memorable y emotivo, dijo, fue el momento en que cruzó la meta y sus dos hijas, Natalia Bosques Chico y Laura Sofía Bosques Soto, le esperaban con orgullo.

“Una de las grandes satisfacciones y, creo que fue el trofeo personal de mis hijas; ellas me esperaron en la meta en la llegada y para mí eso fue lo más grande”, manifestó entre lágrimas tras dedicarle la gesta a sus padres Águedo Bosques Pérez, de 89 años y Guillermina González Cruz, de 88 años; a su hermana Mabel Bosques y a sus hijas.

La ruta comenzó en Aguadilla, en dirección hacia el sur.
La ruta comenzó en Aguadilla, en dirección hacia el sur. (Suministrada)

Había dado la vuelta en el 1996

Esta no fue la primera vez que el ciclista se reta a sí mismo para completar un trayecto como este. En el 1996, cuando tenía 32 años, Bosques González recorrió la Isla en un tiempo de 18 horas y 15 minutos lo que, para entonces, representó un tiempo récord.

“En aquel momento, en el 1996, yo estaba involucrado en todo lo que era la cuestión a de ‘awareness’ (conciencia) en lo del sida, porque para aquel tiempo era grande y yo tuve un pariente que murió de sida y quería resaltar eso; crear conciencia. Por eso escojo esa fecha”, dijo el aguadillano que práctica el ciclismo hace 41 años.

¿Proyecta repetir la hazaña?, preguntamos.

“La primera vez que lo hice dije: ‘no vuelvo a hacerlo jamás’, porque uno llega esbarata’o físicamente, agotado, pero si me preguntas, esta vez llegué mejor que la primera, porque me preparé mejor. ¿Que si lo vuelvo a hacer?, no sé. Creo que ya con eso, ya estoy”, concluyó no sin antes expresar su gratitud por el equipo de trabajo que estuvo detrás del esfuerzo.