Ludark: La Diva más extrema
La atleta mexicana se presenta este sábado en Caguas en un programa de Lucha Libre Mexicana que le dejará mostrar tanto su belleza y su rudeza
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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Cada vez que se piensa en luchadoras femeninas, usualmente se les identifica con chicas con belleza de modelo y con atuendos sexy, pero con cierto entrenamiento para poder treparse arriba de un cuadrilátero y realizar algunas llaves y piruetas.
Al menos, esa es la imagen que han querido vender empresas estadounidenses como la WWE y TNA.
¿Pero cuándo ha visto usted a una luchadora, que aunque esconde su hermosura detrás de una máscara, no tiene miedo a estar envuelta en luchas ‘hardcore’ con alambres de púas, con tachuelas, con escaleras, con bombillas, con sillas, o cualquier otro objeto cortante?
Pues olvídese de Abdullah The Butcher, Sabu, The Sandma, Necro Butcher o Mick Foley. Hay una ‘chaparrita’ mexicana llamada Ludark Shaitan que no tiene nada que envidiarle a esos luchadores, ya que ha estado envuelta en ese tipo de luchas sangrientas con otras féminas y hasta con hombres, lo cual le ha ganado apodos como ‘la diva extrema’ y ‘la reina de las luchas de la muerte’.
Y precisamente ella será una de las figuras grandes de la lucha libre de México que se presentará en Puerto Rico por primera vez durante la histórica cartelera ‘Lucha Libre Mexicana en Suelo Boricua’, la cual se llevará a cabo esta noche en la cancha Héctor Solá Bezares de Caguas.
“Esto es algo que me apasiona. Soy adicta a la adrenalina. La gente piensa que soy muy delicada, chiquita. Pero cuando me ven contra hombres o una lucha muy extrema, la gente se impresiona”, dijo Ludark en visita a Primera Hora previo a su lucha extrema el sábado ante Chika Tormenta.
De hecho, Ludark fue la ganadora en el 2015 del torneo ‘Queen of Death Match’ entre siete luchadoras efectuado en Indiana por el exluchador de ECW y ahora promotor, Ian Rotten. Y ahora en mayo participará junto a siete hombres por primera vez en “Kings of Death Match”.
“La realidad es que he luchado muy poco en luchas extremas con mujeres. Son muy pocas que se han atrevido. Casi siempre lo hago contra hombres en México y en Estados Unidos”, dijo la joven de 24 años de edad, quien presenta numerosas cicatrices sobre sus brazos y espalda y que ha estado en un mismo ring con locos como Necro Butcher.
“Necro y yo somos viejos conocidos. Hemos luchado varias veces en contra. Mi primera cercanía con ‘King of The Death Match” fue gracias a él, quien me recomendó a Ian Rotten diciéndole que si iba a hacer luchas extremas de mujeres, tenía que traerme a mí. En el 2015 me llevé ese torneo frente a otras mujeres. No lo hubo en el 2016 y ahora en 2017 será contra hombres. Ahora seré la reina de reyes”.
Pero antes de pensar en dicho torneo extremo, Ludark primero tendrá que lidiar en Puerto Rico el sábado con Chika Tormenta, otra cotizada luchadora que viene de hacer un ‘tryout’ para la WWE junto al luchador olímpico boricua Jaime Espinal esta semana en Orlando.
“Chika Tormenta es de las mejores luchadoras actualmente en México. Es más alta que yo, con mayor tonelaje y con muy buena escuela de lucha. Lleva más años luchando que yo. También ha tenido rivales muy fuertes. Ha luchador junto a Violento Jack. Pero solo puede haber una diva extrema y esa soy yo”, sentenció Ludark.
(La luchadora mexicana Ludark, la Diva Extrema / NEIDY.ROSADO@GFRMEDIA.COM)
A punto de graduarse
A primera vista, cualquiera diría que a Ludark le faltan ‘dos tornillos’ en la cabeza por atreverse a involucrarse en este tipo de lucha. Pero sepa que contrario a mucho luchadores y atletas que no preparan un ‘Plan B’ en su vida, ella está a punto de terminar un grado universitario en mercadotecnica y ya posee grados en administración y criminología.
“La realidad es que no lucho todas las semanas. Tengo tiempo para estudiar, ir al gimnasio, cuidar la dieta, cumplir con todos mis compromisos. Cuando estoy de gira a otro estado en México, a otros países, obviamente no voy a la universidad. Trato de tener un balance. Me falta como un año y cuatro meses en teoría”, quien se las ingenia para evadir contestar preguntas cuando alguien la ve con moretones o cortaduras en la universidad.
“A nadie le he dicho que soy luchadora y tengo la ventaja que soy muy reservada con mis compañeros. No tienen mucha cercanía para preguntarme. Y si me preguntan, les invento cualquier cosa”.
También está el hecho de que Ludark no lucha exclusivamente en peleas extremas, sino que es muy diestra también en el tipo de lucha tradicional.
“Para las luchas extremas no cobro barato y no todos los promotores están dispuestas a pagarlas. Además, que no en todas partes en México se permite. Quizás de cada 20 luchas, una sea extrema. Me considero muy buena luchadora, pero en el extremo no hay quien me gane”, dijo Ludark, quien está aprovechando su momento de fama al máximo.
“Es muy difícil vivir de la lucha libre. Y a veces lucho una vez al mes, otras veces un fin de semana completo. Por eso no dejo de lado (los estudios). Pero en estos momentos es el ‘boom’ de Ludark. Hasta tengo los próximos meses atascados de fechas en Guatemala, Indiana, Orlando”.
Y mientras le dure ese arraigo, tratará de seguir extendiéndolo lo más posible.
“Trataría de luchar hasta que el cuerpo aguante. Pero a mis 24 años ya se me ha salido un hombro, tengo las dos rodillas hechas porquería, tengo el cóxxic fisurado y la espalda desviada. Tengo un sinfín de achaques. Yo sé que esto no es para siempre”, agregó Ludark.
Encantada con Puerto Rico
Del contingente de luchadores mexicanos que estarán activos en la Isla, Ludark fue la primera ane arribar esta semana y lo ha aprovechado para turistear un poco antes de su encuentro en Caguas, quedando con una buena impresión de nuestro país.
“Es un lugar precioso. ¡Qué diferencia de clima! Veo un cielo azul, en vez de un cielo gris. Nubes azules, en vez de negras de putrefacción. Me gustaron hasta las iguanas que vi, aunque algunas aplastadas (se ríe)”, dijo Ludark.
“La comida es deliciosa. Me comí un mofongo con pollo asado cuando llegué. Y ya me prometieron llevarme a la playa”.