Los restos del golfista puertorriqueño, Juan ‘Chi Chi’ Rodríguez, morarán eternamente en la isla de Hawái, donde desde el 2021 descansan los restos mortales de quien fuera su esposa por 56 años, Iwalini Rodríguez.

Así lo ha dejado saber a Primera Hora el hermano del miembro del Salón de la Fama del Golf, Jesús Rodríguez, destacando que fue la decisión expresa de Chi Chi antes de morir.

“Esa fue su voluntad. Que se enterrara con su esposa en Hawái”, ha revelado Rodríguez, quien además ha destacado que Chi Chi pidió ser cremado y que no se realiza un servicio de despedida ni nada.

“Él quería que todo fuera lo más callado posible. Él era así. No le gustaba que le rindieran tributos. A mí me hubiera gustado que hubiéramos tenido un memorial en una iglesia, pero hemos cumplido lo que era su voluntad”.

Rodríguez, natural de Río Piedras, Puerto Rico, era uno de seis hermanos de la familia Rodríguez. Tuvo además un hermano adoptado. De todos ellos hoy solo sobreviven Jesús, de 85 años y quien sigue viviendo en Río Piedras, y Julio, de 90, que fue quien cuidó de Chi Chi junto a una hija, Marisela, durante el pasado mes y medio en el que convaleció hasta su muerte debido a un infarto cardíaco que sufrió. Tenía 88 años.

Iwalina, por su parte, falleció el 16 de noviembre de 2021. Tenía entonces 84 años.

Según su obituario, Iwalina fue finalista del título de Miss Hawaii en el 1957, jinete de Pau, y es una miembro del Salón de la Fama del Hula. Fue bailarina de hula profesional y modelo. Ella y Chi Chi se conocieron en San Juan, Puerto Rico, cuando ella formaba parte de una compañía de danza polinesia en un espectáculo llamado “Barefoot in Paradise”. Chi Chi se enamoró a primera vista.

El único miembro boricua del Salón de la Fama del Golf falleció el 8 de agosto del 2024, a los 88 años.

“Todavía no tengo la fecha de cuándo se enterrarán sus cenizas. Pero ya él fue cremado”, agregó Rodríguez.

Chi Chi Rodríguez nació en Río Piedras el 23 de octubre de 1935. Su incursión en el golf comenzó en su infancia, cuando usaba latas y palos de guayaba para practicar el deporte, según su biografía en el sitio web del PGA Tour.

Dejó una marca indeleble en el mundo del golf, destacándose como uno de los jugadores más carismáticos del deporte. Fue incluido en el Salón de la Fama del PGA World en 1992 y en el World Humanitarian Sports Hall of Fame en 1994.

Comenzó su carrera como caddie y, a los 19 años, se unió al Ejército. Se convirtió en profesional en 1960 y ganó ocho torneos en el PGA Tour entre 1963 y 1979. Su primer título fue el Abierto de Denver en 1963, el cual siempre consideró el momento más destacado de su carrera. Otros títulos importantes incluyeron el Lucky International Open y el Western Open, ambos en 1964; el Texas Open en 1967; el Sahara Invitational en 1968; el Byron Nelson Classic en 1972; el Greater Greensboro Open en 1973; y el Tallahassee Open en 1979.

En total, participó en 591 eventos y superó el millón de dólares en premios. Además, formó parte del equipo de Estados Unidos en la Ryder Cup de 1973 y representó a Puerto Rico en varias ediciones de la Copa Mundial de Golf.

Tras su carrera en el PGA Tour, continuó en el circuito senior, donde logró 22 victorias. Su mejor temporada en el circuito Senior del PGA Tour fue en 1987, cuando obtuvo siete triunfos.

En Puerto Rico, fue honrado en el Pabellón de la Fama del Deporte Puertorriqueño y en el Salón de la Fama del Deporte de Río Piedras. Durante su carrera, Rodríguez ganó el cariño y la admiración de los aficionados al golf, destacándose por su estilo pintoresco y sus celebraciones, como el famoso gesto de emular el uso de una espada.

Según el portal Celebrities Net Worth, al momento de su muerte su fortuna estaba estimada en $15 millones.