París. Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París se disculparon domingo con cualquiera que se haya sentido ofendido por una escena que evocó “La Última Cena”, de Leonardo da Vinci, durante la glamorosa ceremonia de inauguración.

La pintura de Da Vinci representa el momento en que Jesucristo declaró que un apóstol lo traicionaría.

La escena durante la ceremonia del viernes presentó a la DJ y productora Barbara Butch, un ícono LGBTQ+, flanqueada por artistas drag y bailarines.

Los conservadores religiosos de todo el mundo condenaron el segmento, y la conferencia de obispos de la Iglesia católica francesa deploró las “escenas de burla” para el cristianismo, un sentimiento del que hizo eco la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova.

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La Comunión Anglicana en Egipto expresó su “profundo pesar” y dijo que la ceremonia podría hacer que el COI “pierda su identidad deportiva distintiva y su mensaje humanitario”.

El director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, había dicho que el objetivo era celebrar la diversidad y rendir homenaje a la fiesta y la gastronomía francesa.

La portavoz de París 2024, Anne Descamps, fue consultada sobre las protestas durante una conferencia de prensa del Comité Olímpico Internacional el domingo.

“Claramente, nunca hubo la intención de mostrar falta de respeto a ningún grupo religioso. Al contrario, creo que (con) Thomas Jolly, realmente intentamos celebrar la tolerancia comunitaria”, dijo Descamps. “Al observar el resultado de las encuestas, creemos que este objetivo se logró. Si la gente se ha sentido ofendida, por supuesto, lo lamentamos mucho, mucho”.

Jolly explicó sus intenciones a The Associated Press después de la ceremonia.

“Mi deseo no es ser subversivo, ni burlarme ni escandalizar”, dijo Jolly. “Sobre todo, quería enviar un mensaje de amor, un mensaje de inclusión y para nada dividir”.