Los 49ers dependerán del brazo de Brock Purdy en el Super Bowl
Hace cuatro años, San Francisco desperdició una ventaja de 10 puntos en el cuarto periodo ante los Chiefs de Kansas City.
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Las Vegas. Los 49ers de San Francisco tuvieron contra las cuerdas a Patrick Mahomes y los Chiefs de Kansas City hace cuatro años cuando se midieron por última vez en el Super Bowl.
Los Niners tenían una ventaja de 10 puntos y cargaban con la posesión con menos de 10 minutos por jugar. Pero todo se derrumbó en ofensiva y defensiva y sufrieron una derrota 31-20 que sigue doliendo.
La diferencia rumbo al domingo es que San Francisco ahora cuenta con un quarterback en Brock Purdy que es capaz de lucirse en el tramo final y negarle a Mahomes un tercer título del Super Bowl.
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La defensa de San Francisco contuvo a Mahomes a 10 puntos en los primeros 50 minutos del Super Bowl, pero encajó tres touchowns en la recta final para perder el partido. El bloque defensivo no es tan fuerte como el de 2019, pero será la ofensiva la que cargue a los Niners a su primer campeonato en 29 temporadas.
Brock Purdy ha pasado de ser el “Sr. Irrelevante” como la última selección del draft de 2022 al quarterback franquicia que le ha dado otra dimensión a la ofensiva del entrenador Kyle Shanahan en menos de dos años. Fue el líder de rating (113) como pasador y yardas por intento (9.6) con su facilidad para lanzar profundo e improvisar.
Purdy también estará rodeado por un grupo más talentoso de escuderos al que acompañó a Jimmy Garoppolo hace cuatro años.
El running back Christian McCaffrey ganó el premio al mejor jugador ofensivo de la AP tras liderar la NFL en yardas desde la línea de golpeo (2,023) y quedar empatado en touchdowns (21) durante la temporada regular.
Brandon Aiyuk ha sido uno de los receptores más eficientes de la NFL, con 1,342 yardas en 105 acciones esta temporada para abrir el juego aéreo.
Deebo Samuel también es una amenaza por tierra y aire como lo era en su campaña de novato en 2019, mientras que el tight end George Kittle sigue vigente en ambas facetas.
San Francisco fue el sexto equipo con cuatro jugadores con al menos 1,000 yardas desde la línea de golpeo en la misma temporada.
Fue lo que no tenía hace cuatro años cuando la ofensiva precisaba completar una o dos grandes jugadas en el último cuarto para que Mahomes no tuviera el ovoide y ganar el partido.
En cambio, San Francisco logró un primer down en las primeras dos ocasiones que recibió el balón en el cuarto periodo, dándole a Mahomes la oportunidad de tomar la ventaja. Garoppolo no pudo conectar con un Emmanuel Sanders que estaba libre de marca en un pase largo que hubiera restablecido la ventaja en los últimos minutos y acabó siendo interceptado en la agonía para decretar la derrota.
Acostumbrado a ganar partidos de fácil trámite, Purdy ha demostrado en esta postemporada que sabe sacar del pozo a su equipo. Orquestó la ofensiva que acabó con el touchdown decisivo en el último cuarto para vencer a Green Bay en la ronda divisional y luego levantó a San Francisco de un déficit de 17 puntos para derrotar a Detroit en la final de la Conferencia Nacional.
Es mucho mejor pasador profundo que Garoppolo, con una efectividad 62.3 por ciento en envíos largos para liderar la liga, según Pro Football Focus.
Vencer a Mahomes requerirá algo más que sólo el ataque. Y aunque los Niners se han desmejorado defensivamente en semanas recientes, sus virtudes pueden neutralizar a Kansas City.
San Francisco es un equipo fuerte para frenar el juego terrestre, donde los Chiefs han sido muy productivos con Isiah Pacheco.
También están entre los mejores defendiendo por el medio gracias a los linebackers Fred Warner y Dre Greenlaw, así que deberían limitar el daño que Travis Kelce pueda causar.
Y lo otro es la disparidad entre su defensivo Nick Bosa contra los tackles Jawaan Taylor y Donovan Smith, con lo que San Francisco tiene las armas suficientes para salir airoso de un partido reñido.