La Superliga y la pelea por la torta de la Champions
Durante los pasados cuatro días el fútbol europeo, el más rico y de mayor calidad del planeta, ha tenido un intenso tirijala entre 12 de los clubes más poderosos del continente y la confederación que las agrupa, la UEFA.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Un canto más grande de la torta.
En eso se podría resumir la intención y creación de la llamada Superliga europea de fútbol que el pasado jueves anunciaron 12 de los equipos más poderosos de Europa. Aunque al momento los planes se están haciendo sal y agua con el abandono del proyecto por parte de algunos de los proponentes iniciales, la crisis creada ha dejado ver un problema de fondo que podría cambiar las estructuras futbolísticas de Europa. Te lo explicamos en tres puntos.
El problema
Las ligas de Europa son el máximo escenario en el fútbol mundial. Y gracias a las decenas de millones de fervientes fanáticos, se mueven miles de millones de euros. La Union of European Football Associations (UEFA) es el ente que agrupa y rige las 55 federaciones nacionales que la componen. La billonaria Champions League es el principal competencia efectuada por la UEFA, y los 12 equipos que iniciaron el movimiento de crear una nueva liga alegan que existe una inestabilidad en el modelo económica que se ha acelerado durante la pandemia.
La idea de la Superliga y los 12 clubes proponentes era agregar de forma permanente a tres clubes más y dejar cinco espacios para clasificaciones de las distintas ligas de Europa. La liga proponía otorgar clasificaciones permanentes a algunos de los principales clubes del fútbol del continente y celebrar sus partidos a mediados de semana y seguir jugando en sus ligas locales, tal y como se hace ahora en la Champions. El proyecto ya tenía un aval de $5,500 millones de un banco estadounidense.
Así, el proyecto se unieron potencias como el FC Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid, Manchester City, Chelsea, Manchester United, Liverpool, Arsenal, Tottenham Hotspur, Inter de Milan, AC Milan y el Juventus.
El drama
Aunque los planes se habían filtrado desde enero, al anunciarse oficialmente el domingo, la FIFA y la UEFA se opusieron tenazmente a la idea. Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, dijo que los equipos y sus jugadores en la Superliga no podrían representar más a sus países en la Eurocopa y en el Mundial. Calificó el intento de separación del grupo como un intento “cínico por parte de un puñado selecto de clubes de Europa impulsado por pura avaricia más que nada”. También hubo amenazas de acciones legales contra la Superliga.
Analistas, figuras públicas, jefes de estado y hasta los mismos jugadores se expresaron en contra del proyecto, calificándolo de “una desgracia” y “una escupida en la cara de los amantes del fútbol”. El consenso pareció ser que la Superliga destruiría el concepto de competencia abierta y de que cualquier equipo en Europa pueda elevar su nivel y competir contra los mejores.
Lo que hay ahora mismo
El Chelsea británico fue el primero en echar para atrás, y luego lo hizo el Manchester City. Los demás clubes de la Liga Premier decidieron retirarse del proyecto el martes. Y otros lo hicieron el miércoles. Al momento de escribir, el proyecto estaba en suspenso y solo quedaban en pie los clubes españoles FC Barcelona y Real Madrid. El AC Milan y el Juventus alegadamente habían repensado sus posturas pero no habían anunciado firmemente su salida.
Al parecer vienen cambios. El lunes, a menos de 24 horas de anunciada la Superliga, la UEFA aprobó expandir el sistema de juego a 36 equipos.
Aunque la idea de realizar el torneo quedó paralizada el martes en la noche, parece que la movida provocó cambios de postura en cuanto al modelo de competencia de este deporte en Europa. la