Para Rio Batán Matienzo Ares, la patineta ha sido su fiel compañera de vida.

Desde pequeño, sus padres lo rodearon de las herramientas necesarias para que conociera el deporte del skateboarding. Y, niño al fin, se comenzó a relacionar con esta disciplina que, recientemente, lo llevó a representar a Puerto Rico en el Primer Panamericano de Skateboarding, efectuado en el Palacio de los Deportes en Bogotá, Colombia, donde consiguió su primera medalla de bronce.

El joven nacido en Nueva York y criado en Luquillo, recuerda la patineta desde que tiene uso de razón y agradece a sus padres por haberle cruzado este deporte por su camino.

“En mi casa siempre había patinetas y tablas de surfing porque mi papá, Alfredo Matienzo, surfeaba y corría patineta desde los 11 años. Me han dicho que desde pequeño comencé a familiarizarme con la patineta y desde entonces nunca la he soltado”, relató el atleta, quien admira a los corredores de skate Ryan Sheckler y Paul Rodríguez.

Tras años de diversión extrema, específicamente a los 12 años, Rio se da cuenta de que podía tener un futuro prometedor en el deporte del skateboarding, más allá de ser un mero pasatiempo.

 “Mi mamá, Jessica Ares, me llevó a competir a Fajardo y para ese tiempo yo no sabía hacer muchas cosas, pero aún así llegué tercer lugar. Eso me motivó a seguir practicando más en serio”, sostuvo el joven, quien el pasado domingo, 20 de agosto, cumplió 17 años.

Para el luquillense, de todas las experiencias vividas dentro del deporte, sin duda la más importante hasta el momento, se dio a mediados de agosto, cuando se agenció la medalla de bronce. En este evento sus expectativas eran cualificar para futuras competencias, pero en el trayecto se dio cuenta de que podía salir con un botín más jugoso.

“Fue una experiencia grande porque nunca pensé que iba a competir en unos Panamericanos. No me lo creía. Yo había ido a muchas competencias en California, New York y Tampa, Florida, pero eran competencias normales, no representando a Puerto Rico", relató Matienzo Ares cuya meta era cualificar para Lima, Perú 2019.

Según el joven son otros Panamericanos que definen si vas para las Olimpiadas Tokio 2020.

“Llegar a finales era mi meta, pero mis expectativas cambiaron cuando vi que podía pelear las medallas. En la final era una sola ronda y la hice muy bien, me dieron 241 puntos y eso me puso en tercer lugar. Estaba bien feliz, me paré en el podio con mi bandera y mi medalla. ¡Fue bien emocionante! ”, relató el joven, quien este verano completó sus grados 11 y 12 a través del Instituto Cumbre para dedicarse al deporte a tiempo completo.