La nueva Superliga sacaría de la Champions a la élite europea
Los equipos más poderosos del continente anunciaron el domingo que dejará la Champions League de la UEFA para crear su propio torneo continental.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
PUBLICIDAD
Londres. Un grupo de 12 clubes de la élite de Europa abrió el domingo una grieta en el fútbol continental al anunciar que dejarán la Liga de Campeones para crear un torneo aparte, una denominada Superliga, desafiando las amenazas de acciones legales por parte de la UEFA.
Los clubes involucrados en el proyecto de renunciar a las actuales estructuras -con el velado objetivo de captar más ingresos y poder- incluye a Real Madrid, Barcelona, Arsenal, Liverpool y Manchester United.
El Atlético de Madrid, Chelsea, Milan, Inter, Juventus, Manchester City y Tottenham también se encuentran entre los fundadores. Los organizadores de la Superliga confían añadir a otros tres clubes.
Ningún club de las ligas de Alemania o Francia se ha embarcado hasta ahora.
Los dueños de Arsenal, Liverpool y Manchester United también son propietarios de franquicias de Estados Unidos que disputan ligas cerradas - modelo que pretenden trasladar a Europa.
“Al reunir a los mejores clubes y jugadores del mundo para que jueguen entre sí durante toda la temporada, la Superliga abrirá un nuevo capítulo para el fútbol europeo, asegurando una competición e instalaciones de primer nivel, y un mayor apoyo financiero para la pirámide del fútbol en general”, dijo Joel Glazer, codueño del Manchester United y vicepresidente de la Superliga.
El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, sería el presidente fundador de la Superliga que tiene la intención de disputar su temporada inaugural “lo antes posible”.
“Vamos a ayudar al fútbol a todos los niveles a ocupar el lugar que le corresponde en el mundo”, dijo Pérez. “El fútbol es el único deporte en el mundo con más de 4,000 millones de seguidores y nuestra responsabilidad como grandes clubes es responder a los deseos de los aficionados”.
Aunque su intención es jugar a mitad de semana y mantenerse en sus ligas domésticas, los clubes rebeldes fueron advertidos por esas competencias y la UEFA de que eso no será posible.
Los planes de la Superliga europea, filtrados inicialmente en enero, revisten una mayor amenaza justo cuando la UEFA tenía previsto anunciar el nuevo formato de la Liga de Campeones.
La Champions aumentará de 32 a 36 equipos, cumpliendo el deseo de los pesos pesados europeos de disputar más lucrativos partidos continentales. Pero los clubes siguen frustrados porque la UEFA no cede más control en la venta de los derechos audiovisuales.
De todas maneras, la directiva de la Asociación de Clubes de Europa y el comité de competiciones de la UEFA aprobaron el viernes expandir la Champions a partir de 2024. El comité ejecutivo de la UEFA tiene previsto ratificar el lunes el cambio de formato.
Los clubes rebeldes son miembros de la Asociación, la cual tiene un acuerdo con la UEFA, firmado en 2019, que compromete a todos sus integrantes a seguir en la Liga de Campeones y otras competencias europeas hasta la temporada 2023-24.
La UEFA anunció el domingo que tiene “conocimiento de que algunos clubes ingleses, españoles e italianos podrían estar planeando anunciar la creación de una llamada Superliga europea”.
Lo calificaron de un “cínico proyecto, un proyecto que se basa en el interés propio de unos pocos clubes”, dijo la UEFA en un comunicado conjunto con las ligas y federaciones de Inglaterra, España e Italia.
La UEFA, las ligas y las federaciones también amenazaron con tomar “todas las medidas a nuestro alcance, a todos los niveles, tanto judiciales como deportivos, para evitar que esto ocurra. El fútbol se basa en competiciones abiertas y en el mérito deportivo; no puede ser de otra manera”.
“Como ya han anunciado la FIFA y las seis federaciones, los clubes afectados no podrán jugar en ninguna otra competición a nivel nacional, europeo o mundial, y sus jugadores podrían verse privados de la oportunidad de representar a sus selecciones nacionales”.
Si bien la FIFA formuló una declaración en enero, advirtiendo que los jugadores que participen en la Superliga no podrán ser convocados para la Copa del Mundo, la entidad madre del fútbol no ha negado que su presidente, Gianni Infantino, ha mantenido conversaciones con dirigentes, entre ellos Pérez.
En un comunicado difundido tras el anuncio de la fundación de la Superliga, la FIFA expresó su desaprobación a lo que tildó de “liga separatista europea cerrada”.
“La FIFA siempre defiende la unidad en el fútbol mundial y pide a todas las partes involucradas en debates acalorados que entablen un diálogo tranquilo, constructivo y equilibrado por el bien del juego y con un espíritu de solidaridad y juego limpio”, añadió.
Por su parte, la Liga Premier inglesa sostuvo que el plan “socava el atractivo” del fútbol.
“Hinchas de cualquier club de Inglaterra y en toda Europa pueden soñar con que su equipo pueda escalar a la cima y enfrentar a los mejores”, dijo la liga inglesa. “Creemos que el concepto de la Superliga europea destruirá este sueño”.
En una previa propuesta, la creación del torneo anual con 20 equipos tendrá a 15 como miembros permanentes, de acuerdo con los detalles a los cuales la AP tuvo acceso. Los otros cinco variarán cada temporada, pero aún no se ha definido el formato de clasificación.
Bajo este plan, cada uno de los 15 miembros fundadores recibirá una porción del monto de 3,500 millones de euros ($4,200 millones) que se invertirán en el inicio del torneo. El dinero será repartido en cuatro niveles de los clubes, con los primeros seis embolsándose 350 millones de euros ($420 millones).
La competición comenzará con dos grupos de 10 equipos, con los cuatro primeros de cada uno avanzando a los cuartos de final. Ello garantizará que cada equipo dispute 18 partidos de la Superliga por temporada, en contraste al mínimo de 10 que se prevé en la nueva fase de grupos de la Champions.
La nueva propuesta de Superliga pretende generar 4,000 millones de euros ($4,860 millones) en concepto de derechos audiovisuales. En contraste, la UEFA recibió un total de 3,250 millones de euros de manera combinada por la venta de los derechos de la Champions, la Liga Europa y la Supercopa.