Canóvanas. El jinete boricua Juan Carlos Díaz ha ido al círculo de ganadores más de 5,600 veces sobre el lomo de los ejemplares. Pero nunca sobre los fanáticos.

Esa monta al hombro de los fanáticos solamente la reciben los jinetes ganadores del Clásico del Caribe y Díaz le consiguió el domingo finalmente sobre el potro Tamborero, que venció a otros 10 ejemplares, incluyendo a la favorecida Sandovalera.

“Había ganado todos los clásicos en Puerto Rico. Esta es la carrera más grande de El Caribe. Es la que me faltaba”, dijo Díaz.

Previo al domingo, Díaz ya era el jinete más ganador de la hípica boricua con más de 5,612 triunfos, informó el estadístico Héctor Cotto. Ha ganado 16 de las últimas 19 temporada de Puerto Rico. Ha logrado al menos 200 triunfos por temporada desde el 2001 al presente, agregó Cotto.

También previo al domingo, Díaz era un dos veces triplecoronado y ganador de 236 carreras de clásico en la hípica boricua, detalló Cotto.

Pero no había ganado el Clásico del Caribe en 13 intentos previos, informó Cotto. Había perdido dos veces “por cabeza” en el evento, incluyendo con Arquitecto en el 2012, hasta que Tamborero lo llevó primero a la meta el domingo, viniendo de atrás, pasando ejemplares sin que pudieran reaccionar y ganando con cuatro cuerpos de ventaja.

“Mi caballo brincó bien en la salida. Varios ejemplares desarrollaron y los jockeys iniciaron. Yo me mantuve viendo el transcurso de la carrera. Se amontonaron un poco y me quedé detrás de ellos. Fui buscando colocación en los 1,000 metros. Ya en los 600 metros finales mi caballo venía pasando muy fácil, muy cómodo, y desde entonces sabía que mi caballo era el ganador. No se lo ganaba nadie”, describió.

Díaz había tenido segundos lugares en el Clásico con Monoestrellado en el 2003 y con Primero Nieto en el 2007, además de Arquitecto en el 2012, detalló Cotto.

El público que colmó Camarero el domingo coreaba “Juanqui, Juanqui” para celebrar al querido jinete, el apodado “Rompe Corazones” por el estilo de sus victorias. La reacción del público demostró el cariño que los hípicos le tienen al humilde jinete que debutó en el 1996. El público le deseaba esa victoria al primer jinete de la hípica boricua.

“El puertorriqueño es bien hípico, de corazón. Lo demostraron conmigo. Es algo bien bonito. Los felicito porque esta victoria es para ellos también”, dijo Díaz. “Tengo muchos años montando y tengo muchos fanaticos. Siempre comparto con la fanaticada. La gente me deseaba ese triunfo y ahí se me dio”.

Unos 8,000 fanáticos asistieron a Camarero el domingo del Clásico.

Inclusive, el publico lo ovacionó cuando perdió en la meta con Consultora la Copa Lucky Cash, que también se corrió el domingo. El público le reconoció una buena monta pese a la derrota ante la favorecida mexicana Giovannina del boricua José Luis Ortiz.

Entre los que le vieron ganar estuvo el jinete Jean Carlos Díaz y al menos una decena de jinetes jóvenes que estuvieron presentes o que trabajaron como valet de los jockeys de primera en la Serie Hípica.

Jean Carlos es el hijo de Juan Carlos, graduado hace poco de la escuela hípica Agustín Mercado Reverón, con experiencia en la pista de Camarero, además de óvalos de California y Miami.

Fue un buen ejemplo de motivación que el padre le dio a su hijo.

“Ese es mi orgullo”, dijo el padre sobre el hijo. “Ahora mismo es jockey y está viendo estos triunfo del ‘pai’ y el se enorguellece. Es buen prospecto, con mucha agilidad y sé que en el futuro van a escuchar nombrar mucho a Jean Carlos Díaz”.