Jovencito boricua se destaca como voluntario en Toronto
Manuel Solís Bauzá, quien reside junto a sus padres en Ontario hace un año, está destacado en el área de auspiciadores de la sede.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Toronto, Canadá.- En los XII Juegos Panamericanos no son solo los atletas quienes está representando a Puerto Rico. En la sede de Voleibol de Playa un adolescente de 16 años también carga la bandera boricua como voluntario con el comité organizador del evento deportivo.
Manuel Solís Bauzá, quien reside junto a sus padres en Ontario hace un año, está destacado en el área de auspiciadores de la sede.
“A todos los que me preguntan yo les digo que soy de Puerto Rico. Como soy el único puertorriqueño que está por aquí, mis compañeros me conocen como ‘el puertorriqueño’ o ‘el boricua’. Les he dado a todos mis compañeros pines de la bandera de Puerto Rico y llaveros de cuatros”, contó Solís Bauzá durante un breve descanso a las afueras de la instalación.
Al venir de una familia apasionada del deporte, el joven se motivó participar de la justa continental para estar “al frente de la acción”.
“Fue pura inspiración. Vi que mi escuela ya iba a hacer acabado y decidí que era buena idea hacerlo. Mis tíos y toda mi familia son fanáticos de los deportes, y yo tener la oportunidad de estar ahí, viéndolo todo y ayudando, aunque sea tras bastidores, fue algo que me atrajo mucho”, recordó.
Para Solís Bauza, participar como voluntario en los juegos ha sido una experiencia maravillosa en la que, no solo ha tenido la oportunidad de conocer muchas personas de diferentes países, sino que ha aprendido a reaccionar hasta en las circunstancias más difíciles con una sonrisa.
“Tengo que ser buena gente y ser lo más amable posible. Aunque las personas se molesten conmigo tengo que tener una sonrisa. He aprendido a comunicarme efectivamente con la gente e interactuar en un nivel profesional. A tratar a todo el mundo por igual, aunque tengan impedimentos, tratarlos como iguales. También he aprendido mucho de control, manejo de tiempo y horas”, detalló, el adolescente fanático de los Azulejos de Toronto en las Grandes Ligas.
Aunque asegura que se siente cansado por todas las horas de trabajo, Solís Bauzá enfatiza con mucha madurez que nunca podrá olvidar lo que ha vivido durante esta experiencia.
“Son pedazos de memorias para mí. Ha sido maravilloso. Conoces mucha gente buena, son bien amables y aunque sea más joven del grupo me han tratado como familia, es una experiencia que nunca se me va a olvidar”, dijo el boricua, que ha hecho trabajo voluntario desde niño con la Sociedad Americana del Cáncer y el gobierno de Miami, repartiendo alimentos el Día de Acción de Gracias.
Solís Bauzá destacó cómo ser bilingüe ha sido una ventaja durante estas semanas ya que ha podido ayudar a sus compañeros cuando ocurren situaciones en las que algún invitado no habla inglés.
“El español es mi primer lenguaje y me siento natural hablándolo. Me gusta usarlo mucho. Me siento más en casa. Yo hablo con mi padres en español”, añadió con rasgos de la influencia del inglés en sus palabras.
El estudiante, que se encuentra en su último año de escuela superior, contó que le sigue los pasos al desempeño de los atletas puertorriqueños.
“Todas las oportunidades que he tenido he visto los juegos de Puerto Rico. Aunque esté trabajando mi supervisor me deja pasar. He aplaudido, gritado, saltado. Yo tengo la aplicación de Panam en mi teléfono y todas las noches, tan pronto llego a casa o al tren, chequeo las medallas y los eventos en los que está Puerto Rico”, aseguró.
Cuando termine el evento polideportivo, Solís Bauza espera poder viajar a Puerto Rico, como hace cada seis meses junto a su familia, para gozarse las playas lo que queda de verano.
“Aunque no he vivido en la Isla por mucho tiempo corrido, todavía considero a Puerto Rico mi casa porque ahí es donde está mi familia. Extraño el calor, el invierno aquí es fatal. Cuando hay viento y hay frio y está nevando me acuerdo de las playas de Puerto Rico, de Flamenco, eso es un sueño para mí”, expresó quien tiene como meta terminar su año escolar con buen promedio y aprender a guiar.