Tokio. Alaska es conocida por su majestuosa belleza natural. Los picos nevados. los radiantes glaciares. Los destellantes fiordos.

¿Natación? Nadie asocia el deporte con el 49no estado. Hasta ahora.

Por extraño que parezca, Alaska tiene una campeona olímpica de natación.

Lydia Jacoby, de 17 años, le dio a Estados Unidos una victoria el martes en los 100 metros estilo pecho, superando a su compañera y campeona defensora, Lilly King.

Jacoby era la primera nadadora de Alaska en llegar al equipo olímpico de natación. Ahora, volverá a Seward -una ciudad con 2,773 habitantes- con una medalla de oro, luego de tocar la meta con un tiempo de 1 minuto, 4.95 segundos.

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La sudafricana Tatjana Schoenmaker terminó en el segundo puesto con 1:05.22, mientras que King aportó a la cuenta de preseas de Estados Unidos al colgarse el bronce con tiempo de 1:05.54.

El sorprendente triunfo de Jacoby rescató una jornada decepcionante para Estados Unidos, que solo acumulaba un par de bronces hasta que la adolescente saltó a la piscina del Centro Acuático de Tokio.

Jacoby iba tercera a mitad de la competencia, detrás de Schoenmaker y de King. Pero con un ritmo incesante, rebasó a King y superó a la sudafricana en las últimas dos brazadas.

La estadounidense Lydia Jacoby reacciona a su triunfo en la final de 100 metros estilo pecho en los Juegos Olímpicos 2020, el 27 de julio de 2021, en Tokio.
La estadounidense Lydia Jacoby reacciona a su triunfo en la final de 100 metros estilo pecho en los Juegos Olímpicos 2020, el 27 de julio de 2021, en Tokio. (The Associated Press)

Viendo la pantalla con incredulidad, finalmente se dio cuenta de su hazaña cuando Schoenmaker ingresó a su carril para abrazarla. Después fue turno de recibir las felicitaciones de King como la nueva reina del estilo pecho en Estados Unidos.

“Definitivamente iba por una medalla. Sabía que podía hacerlo”, dijo Jacoby. “Realmente no esperaba el oro, así que cuando volteé a ver la pizarra fue increíble”.

King, quien saltó a la fama por sus resultados y sus opiniones en torno al dopaje, quedó conforme con el bronce.

“Estoy muy contenta por Lydia”, comentó King. “Me encanta ver el futuro del dorso en Estados Unidos y tener a una compatriota con quien competir. Definitivamente sabía que era una amenaza y me identifiqué mucho con su esfuerzo”.

Gran Bretaña completó un 1-2 en los 200 libres. Los rusos hicieron otro tanto en los 100 espalda. Y las mujeres australianas atraparon su segundo oro de las justas de Tokio.

Los representantes del Comité Olímpico de Rusia se quedaron con los dos primeros puestos en los 100 metros espalda gracias a Evgeny Rylov, con tiempo de 51.98 segundos y Kliment Kolesnikov colgándose la plata en 52.00 segundos.

La medallista de oro Lydia Jacoby de los Estados Unidos, junto a la medallista de plata Tatjana Schoenmaker de Sudáfrica y la medallista de bronce Lilly King de los Estados Unidos, después de la final de los 100 metros braza femeninos el 27 de julio de 2021, en Tokio, Japón.
La medallista de oro Lydia Jacoby de los Estados Unidos, junto a la medallista de plata Tatjana Schoenmaker de Sudáfrica y la medallista de bronce Lilly King de los Estados Unidos, después de la final de los 100 metros braza femeninos el 27 de julio de 2021, en Tokio, Japón. (The Associated Press)

El campeón olímpico Ryan Murphy se conformó con la tercera posición del podio con crono de 52.19.

Fue la primera derrota para el equipo estadounidense en estilo espalda desde los Juegos de Barcelona 1992. Ganaron 12 oros consecutivos en las últimas seis pruebas, incluyendo primeros lugares de Murphy en los 100 y 200 metros en Río 2016.

“Ganar un oro olímpico significa que eres el mejor del mundo”, declaró Murphy. “Ser el tercer lugar no está nada mal”.

Para Australia y Gran Bretaña fue una mañana espectacular.

La plusmarquista mundial Kaylee McKeown le dio al equipo femenino de Australia otro oro en la piscina, ahora en los 100 metros dorso, y un récord olímpico.

Su tiempo de 57.47 segundos estuvo apenas por debajo del récord mundial que impuso este año con 57.45. La plata fue para la canadiense Kylie Masse con 57.72 segundos, mientras que la estadounidense y explusmarquista mundial, Regan Smith, se quedó en tercera posición con un crono de 58.05 segundos.

De cara a la justa olímpica, Australia no había logrado un título femenino individual desde 2008. Ahora tienen dos, después del triunfo de Ariarne Titmus el lunes en los 400 libres.

“Definitivamente me dolían las piernas a 20 metros del final”, dijo la campeona. “Estoy segura que se hubiera notado mucho en televisión. Pero sabía que había entrenado para esto y sabía que tenía un buen cierre y una muy buena oportunidad de estar en el podio”.

En otra prueba, Gran Bretaña hizo el 1-2 en los 200 libres. Tom Dean se quedó con el oro con un tiempo de 1 minuto, 44.22 segundos, mientras que su compatriota Duncan Scott terminó en la segunda posición con 1:44.26. El brasileño Fernando Scheffer completó el podio con 1:44.66.

El triunfo de Dean tiene un sabor especial al tomar en cuenta que enfermó dos veces de COVID-19 antes de la justa olímpica.

“Fue bastante difícil”, admitió. “Fue difícil estar fuera del agua. Obviamente requiere mucha recuperación, por la naturaleza de la enfermedad. Fue difícil y fue un camino muy turbulento”.