Jose Juan Barea lidera la Clase 2024 del Pabellón de la Fama
Nueve deportistas entraron este domingo al recinto de inmortales de Puerto Rico.
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Mayagüez. El Pabellón de la Fama del Deporte Puertorriqueño realizó hoy domingo la ceremonia de exaltación de sus más recientes miembros y uno de ellos, el exlanzador y dirigente del béisbol, Lino Rivera, mostró lo grande que es el deporte con una una breve expresión que hizo al aceptar su entronización.
“Los genes ganadores los tenemos de nacimiento. A todos aquellos que se dedican a enseñar a los jóvenes, enseñen lo que conocen. No les enseñen a ganar solamente. Eso lo tenemos en los genes, en donde dice ‘Hecho en Puerto Rico’”, dijo Rivera al reconocer, entre otros, al presente y también miembro del recinto, Mako Oliveras, como su mentor en el béisbol.
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La exaltación reconoció, precisamente, a ganadores a nivel nacional e internacional, quienes reconocieron por su parte a quienes le ayudaron a ser deportistas, puertorriqueños y seres de provecho.
Además de Rivera, también fueron exaltados este domingo José Juan Barea (baloncesto), Madeline de Jesús (atletismo), Julio Ferrer (atletismo, postumamente), Tommy Ramos (gimnasia), Ramón ‘Monchito’ Hernández (voleibol), Raúl Papaleo (voleibol), Orlando Lugo (propulsor) y Samuel Serrano (boxeo).
Barea tiene los logros que todo el mundo conoce, como el ser campeón con los Mavericks de Dallas en la NBA del 2011, así como las medallas de oros que logró con la Selección Nacional.
Pero Barea sigue aportando al deporte nacional y a la juventud, que busca impactar con su fundación. También da testimonio sobre las expresiones de Rivera.
“Tengo aquí a mis tres coaches. Tommy Zapata. José Alicea y Gustavo Freyre. Me enamoré del baloncesto por culpa de ellos. Les explico a todos los coaches y padres, en Puerto Rico, particularmente, que yo iba a la cancha porque me divertía. Ellos hacían que yo la pasara espectacular. Competíamos hasta la muerte. Pero la pasábamos bien al mismo tiempo”, dijo en su turno al micrófono durante la ceremonia.
Barea estuvo acompañado de su familia, que además de mayagüezana, es deportista hasta la médula. Ambos padres de Barea fueron atletas. Sus hermanos también fueron deportistas. Barea jugó tenis y voleibol, además de baloncesto. Ahora juega golf y ‘pickleball’.
La entrada al Pabellón de la Fama tiene doblemente orgulloso a Barea, al nivel de su campeonato en la NBA.
“Fue (un reconocimiento para la familia) como cuando ganamos el campeonato”, comparó. “Me crié con hermanos mayores que jugaban ya. Mi mamá (Marta Mora) era coach en la Universidad de Mayagüez. Mi papá (Jaime) nadador. Me crié en todas las canchas y fue paso a paso. Nunca brincamos un paso. Siempre representando a Mayagüez hasta que nos fuimos a Estados Unidos”.
Mientras, la saltadora De Jesús, quien hoy día reside en Bélgica, fue olímpica en las ediciones Los Ángeles 1984 y Seúl 1988. Campeona y marca nacional de salto de longitud con un brinco de 9.96 metros. Estableció la marca en el 1988, la que perdura al día de hoy.
Póstumamente, el velocista Ferrer fue exaltado luego de una larga carrera universitaria para la UPR de Río Piedras, además de una a nivel nacional e internacional en los eventos de pista y campo. Olímpico en Múnich 1972 y Montreal 1976, Ferrer también fue representante de Puerto Rico en Juegos Centroamericanos y del Caribe, así como en Juegos Panamericanos. Fue un múltiple medallista en el Campeonato Zonal.
Con De Jesús y Ferrer, el atletismo suma 123 exaltados al Pabellón de la Fama, incluido el hermano de Ferrer, Pedro Ferrer, en la ceremonia del 2022. Los hermanos Ferrer fueron parte del relevo olímpico de 4x400 metros junto a los también inmortales Iván ‘Palito’ Mangual y Jorge ‘Yoyo’ Rosario. Pedro aceptó el reconocimiento de su fenecido hermano.
Exaltados individualmente, los voleibolistas Papaleo y Hernández fueron olímpicos en Atenas 2004 como equipo de voleibol playero. En lo individual, fueron destacados atletas de voleibol de cancha, tanto a nivel universitario como nacional.
Hernández fue campeón NCAA con la Universidad Penn State, además de Jugador Más Valioso de la final. Recibió los premios Novato del Año y Jugador Más Valioso del Voleibol Superior con los Plataneros de Corozal, además de que fue un cinco veces finalista con este equipo. Y levantó el trofeo de campeón nacional con los Patriotas de Lares.
Hernández es hoy día director atlético de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.
Papaleo fue semifinalista en la NCAA con la Universidad de Purdue en Fort Wayne y, junto a Hernández, fue medallista de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Maracaibo 1998, así como medallista de bronce en los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003.
“Le doy gracias a todos los entrenadores que me ayudaron aquí, muy en especial a Humberto Rodríguez en Puerto Rico, en los Caribes de San Sebastián, campeón nacional en el 1999. Fue mi gran influencia aquí“, dijo señalando al presente e inmortal coach de voleibol.
Con Papaleo y Hernández, el voleibol suma 44 exaltados al Pabellón.
El boxeador Samuel Serrano, apodado ‘El Torbellino de Toa Baja’, defendió 10 veces el título junior pluma, muchas de esas en el extranjero, lo que también le ganó el nombre del ‘Campeón Viajero’. Alcanzó 50 victorias en su carrera.
Serrano fue agradecido en la ceremonia con la fanaticada.
“Me siento bien contento y agradecido. Ustedes son mi gente. Estoy orgulloso de haber puesto a mi patria en alto. Ustedes son parte de todos eso. Ustedes son los que dan ánimo y fuerza a uno”, reconoció el campeón.
El gimnasta Ramos fue pieza clave de los Golden Boys que pusieron alta la gimnasia boricua que entonces entrenaba José ‘Cano’ Colón. También fue olímpico y representó y subió al podio con los Golden Boys a nivel de Juegos Panamericanos y Centroamericanos y del Caribe. Ramos también se destacó en la Universidad Penn State.
Y Lugo, ausente en la ceremonia por compromisos familiares, fue exaltado en la categoría de Propulsor. Fue apoderado del Voleibol y del Béisbol Superior en Mayagüez y Hormigueros y fue figura en los comité organizadores de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Ponce 1993 y Mayagüez 2010.