Jasmine Camacho Quinn tuvo a su lado en Tokio a una guaniqueña
Las manos de la terapista Daylin Chacón Grafals fueron dos de las muchas que pusieron su granito de arena para el triunfo de la vallista en las Olimpiadas Tokio 2020
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
PUBLICIDAD
Entre las miles de manos que pusieron su grano de arena para ayudar a Jasmine Camacho Quinn recorrer la senda hasta convertirse en campeona olímpica y dueña del récord olímpico de los 100 metros con vallas, hay un par que salieron del sector Siberia del barrio Ensenada de Guánica.
De allí es nativa la terapeuta atlética y de masajes Daylin Chacón Grafals, de 32 años, y quien tuvo la experiencia de trabajar en la recuperación muscular de la medallista de oro olímpica antes, durante y después de las tres carreras que hizo en Tokio y hasta antes, en el campamento de entrenamiento realizado por el Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR) en Finlandia, en preparación para Tokio 2020.
Relacionadas
“Para mí ha sido algo sumamente especial. Es un orgullo bien grande simplemente el haber estado allí cuando se rompió un récord olímpico, que eso nunca lo había hecho un puertorriqueño, como ganar la medalla de oro. Vivir eso es algo indescriptible”, manifestó por vía telefónica la terapeuta.
Chacón Grafals explicó que ella está contratada por el COPUR para brindar sus servicios a la Federación de Atletismo de Puerto Rico. En Puerto Rico trabaja mayormente con el semifondista orocoveño Wesley Vázquez, aunque siempre que tiene el tiempo ayuda a los atletas de otros compañeros terapeutas que necesiten servicios de recuperación muscular o que sufran dolencias.
Las de Tokio 2020 fueron sus primeras Olimpiadas, aunque ya tenía experiencia previa en este ciclo porque en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 trabajó con el velerista Quique Figueroa y con los atletas de pista y campo. En los Juegos Panamericanos de Lima 2019 trabajó con el equipo de surfing sin dejar a un lado a los de pista y campo.
Contó que había conocido antes a Camacho Quinn cuando esta había vino a la Isla a ver los Campeonatos Nacionales, pero no había trabajado con ella nunca hasta que le tocó hacerlo en los últimos días del campamento boricua en Finlandia.
“Tuvimos una buena relación desde el principio. Creamos una dinámica de empezar a practicar palabras en español, porque ella está bien dispuesta a aprender y quiere mejorar su español. Desde Finlandia practicábamos distintas palabras y cuando ella quería saber cómo se decía algo me preguntaba”, recordó.
“La relación bien bonita y ella es una muchacha bien humilde con una historia muy bonita. Es muy accesible y me gustaría trabajar otra vez con ella”, afirmó.
Algo que le llamó la atención a Chacón Grafals lo fue el entusiasmo y el sentimiento extremo que mostró la medallista todo el tiempo hacia la bandera de Puerto Rico, país al que decidió representar porque su madre nació aquí. Ella nació en Charleston, South Carolina, el 21 de agosto hace 24 años.
Responsable de la bandera
“El día de su primera carrera (en Tokio), el falso positivo de Wesley (Vázquez, antes de competir) nos alteró todo el itinerario y la dinámica fue fuera de lo normal. Y yo no tenía una bandera para poner en el área de calentamiento. Y ella me dijo ‘Daylin… yo necesito tener una bandera conmigo’”, recordó.
Ella no necesitaba un arma secreta porque llegó en una condición excelente y sabíamos que había dominado las competencias por meses. Pero podemos decir que fui un complemento. Que una guaniqueña la pudo ayudar
-Daylin Chacón Grafals
“Y cuando llegamos a la pista me preguntó ‘¿cómo que no tenemos una bandera aquí? Yo necesito una’. Tenía una pequeña y se la puse en el área de calentamiento. Pero ya al otro día, cuando le puse la bandera de tamaño normal, hasta pidió que nos hiciéramos una foto”, agregó Chacón Grafals, quien trabajó en los músculos de Camacho Quinn antes y después de la preliminar, pero que en la semifinal y final la ayudó antes, durante el calentamiento y después del evento.
“A ella si la dejan tiene la bandera de Puerto Rico en todos lados. Siente mucho por esa bandera. Yo diría que hasta más que muchas personas que viven en la Isla. Ella demuestra el amor que siente por Puerto Rico y lo importante que es para ella”, aseguró la terapeuta.
Chacón Grafals dijo que Camacho Quinn se vivió el recibimiento de Mónica Puig en el 2016 tras los Juegos de Río, y que anhela mezclarse con el pueblo y compartir su logro. Y en una de las actividades programadas, la terapeuta estará presente por invitación del COPUR y de la Federación de Atletismo de Puerto Rico.
Así que Jasmine festejará el momento más grande de su carrera con los boricuas y su ‘arma secreta’, si se puede describir así a Chacón Grafals, estará allí.
“Yo creo que ella no necesitaba un arma secreta porque llegó en una condición excelente y sabíamos que había dominado las competencias por meses. Pero podemos decir que fui un complemento. Que una guaniqueña la pudo ayudar”, finalizó la terapeuta.