Héctor Cardona: legado que sobrevivirá el tiempo
El eterno deportista, quien falleció ayer, cambió en el Copur una cultura de rigidez que reinaba antes de su presidencia
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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La estampa de Héctor Cardona quedará grabada en la historia deportiva caribeña, particularmente, por sus gestiones en el Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur), entidad que dirigió por espacio de 17 años.
Fue Cardona quien logró suavizar las doctrinas dentro de un Copur marcado por los estilos rígidos que reinaron durante la incumbencia de Germán Rieckehoff Sampayo.
Cardona dejó una huella en el seno de la Casa Olímpica que será imposible de tachar. Allí, vistiendo siempre en guayabera blanca, empeñó un sinnúmero de luchas a favor del deporte puertorriqueño, pero también encaró conflictos.
Pudo sobrevivir varios intentos para desbancarlo de la posición y hasta señalamientos de la Oficina del Contralor.
No obstante, durante los pasados meses libró la batalla más complicada que jamás había enfrentado. Cardona sufría de un cáncer en el hígado que lo fue consumiendo hasta el momento de su fallecimiento durante la madrugada del viernes. Tenía 81 años. Le sobreviven su esposa Sara Lugo, tres hijos y sus nietos.
“En las pasadas décadas, cuando Puerto Rico formuló su personalidad olímpica y la maduró, Héctor tuvo algún rol de importancia en el proceso. Por lo tanto, es una de las figuras que ha aportado a darle forma a la personalidad de nuestro Comité Olímpico”, reaccionó David Bernier, quien lo suplantó en la silla de presidente del Copur en el 2008 hasta el 2012.
Aunque no aceptó con gracia el mandato de que Bernier sería el nuevo líder olímpico, tampoco le negó asesoramiento y solidaridad.
“Siempre me alertaba sobre lo propenso que era el movimiento olímpico a los conflictos y la necesidad de no subestimar a ninguno. Atender hasta el problema más pequeño con diligencia. Tuvo toda la razón”, agregó Bernier.
“Una de sus virtudes era que Héctor nunca abandonaba o casi nunca abandonaba a la buena gente. Siempre fue muy elegante en el trato, era buena gente y eso le ayudaba a manejar situaciones muy difíciles. Fueron muchas más las virtudes que las fallas que pudo tener”, sostuvo.
La salida de Cardona ocurrió, precisamente, cuando su figura lucía algo desgastada por unos reclamos de que presuntamente utilizó fondos públicos de manera irregular reseñadas en seis auditorías del Contralor. No obstante, la actual presidenta del Copur, Sara Rosario, quien era muy allegada a Cardona pues trabajó junto a él múltiples veces como jefa de misión, contextualizó su valor en citas ofrecidas a El Nuevo Día.
“La gente tiene que entender que hizo una obra excelente y muy importante. Le tocó la difícil tarea de llenar los zapatos que dejó (el ex presidente del Copur) Don Germán Rieckehoff Sampayo y estuvo ahí dando la batalla, defendiendo el olimpismo puertorriqueño”, dijo Rosario.
Eterno deportista
La pasión hacia los deportes circuló por las venas de Cardona desde una temprana edad y estuvo latente hasta el último suspiro.
Cardona practicó el béisbol, baloncesto, sóftbol y atletismo. También se desempeñó como árbitro de boxeo tanto a nivel aficionado como profesional. Fue uno de los miembros fundadores de la Federación Puertorriqueña de Boxeo Aficionado. De hecho, la presidió de 1970 a 1986 y, según Luis Vellón, Cardona fue uno de los responsables para el despunte del boxeo boricua a nivel internacional.
“Cardona tuvo sus comienzos como árbitro en los Guantes Boricuas antes de la creación de la Federación. Eventualmente fue presidente y tuve unas buenas experiencias con él. Abrió el camino para que un grupo de boxeadores habilidosos como Wilfredo Gómez, Wilfred Benítez tuvieran participaciones en competencias importantes. En el Campeonato Mundial en Cuba Gómez obtuvo oro y gané bronce”, recordó Vellón.
Cardona tenía unas ambiciosas metas que poco a poco fue alcanzando.
En 1978, ocupó la silla de vicepresidencia de la Federación Internacional de Boxeo (AIBA, por su siglas en inglés). En 1980, fue electo secretario general de Copur. Años después, se convirtió en presidente del organismo.
Bajo la incumbencia de Cardona, Puerto Rico contó con delegaciones olímpicas en Barcelona (1992), Atlanta (1996), Sídney (2000), Atenas (2004) y Pekín (2008).
En el 2004, tomó las riendas de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (Odecabe), organización que presidía hasta el momento de su muerte.
“(Cardona) tuvo grandes aciertos en la Odecabe. Dejó a a la organización sólida en sus finanzas y en sus comisiones operativas. Bajo su liderato, la Odecabe ha crecido con proyectos innovadores y digitalizados como son los Manuales de Organización de los Juegos, los carteles de cada uno de las ediciones celebradas, documentales de cada uno de los juegos y su proyecto más reciente, las memorias digitalizadas de cada uno de los juegos celebrados, dejando un legado permanente de la historia y la operación de la Odecabe”, señaló la organización deportiva mediante una declaración escrita.
Su proyecto más reciente era la organización de los Juegos Centroamericanos y del Carine del 2018, los que serán en Barranquilla, Colombia.
“Siempre estuvo comprometido con el deporte en la región caribeña y centroamericana. Fue un gran defensor de todas las causas de los países miembros de la organización, allanando el camino para que en los juegos de Barranquilla siete territorios sin comité olímpico propio puedan participar como miembros asociados”, reza el escrito.
Ahora le corresponde a su patria rendirle honor. Los restos de Cardona serán expuestos en la Casa Olímpica el próximo lunes desde las 10:00 a.m. hasta la 1:00 p.m. Luego en la funeraria Buxeda ante de ser cremado.