La fenecida y legendaria nadadora Anita Lallande estuvo física y humanitariamente activa hasta su muerte en diciembre, y visitó la Isla en un par de ocasiones, aunque nunca aceptó invitaciones que le hicieran las familias de la natación y del olimpismo, reveló su esposo e hija en una entrevista con este diario.

Lallande falleció el 19 de diciembre a los 72 años en la base naval de Annapolis, Maryland, luego de una cirugía a la que fue sometida para corregirle una fractura que sufrió en una pierna a raíz de una caída en las afueras de su hogar.

“Nunca despertó de la operación”, dijo su esposo Robert Giffen, un retirado militar del Navy de los Estados Unidos.

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Giffen reveló que Anita estaba paseando su mascota en los alrededores de la casa cuando cayó y sufrió la fractura, descrita como grande. La operación fue realizada el miércoles 15 de diciembre y falleció el sábado.

“No sabemos qué fue lo que pasó. Todo estaba supuesto a ir bien, pero nunca despertó”, dijo Giffen.

A Lallande le sobreviven, además de su esposo, su hija Nicole, su hijo Kyle y nietos. También le sobrevive su hermana Mary.

Lallande nació en Puerto Rico de padres estadounidenses y se convirtió en una estrella de la natación puertorriqueña al ganar 12 medallas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Juan 1966, incluyendo 10 medallas de oro en eventos individuales y de relevos.

También nadó a nivel olímpico a los 15 años en la edición Tokio 1964. Fue una de las primeras tres atletas mujeres en representar a Puerto Rico en unas Olimpiadas. La primera fue la esgrimista Gloria Colón en Roma 1960.

Hasta sus últimos días, Lallande estuvo muy activa en Maryland y realizó dos visitas a Puerto Rico en la pasada década, dijeron Giffen y su hija Nicole.

Trabajó como traductora de clínicas que atendían mayormente a pacientes latinos y sirvió como instructora en las clases de ciudadanía para aspirantes latinos. También hizo labor humanitaria en la iglesia St. Margaret Episcopal y sirvió en una junta dedicada a aprobar becas para necesitados.

“Ella se disfrutaba esos trabajos grandemente”, dijo el viudo.

Lallande fue invitada en el 2006 a la inauguración de natatorio de San Juan, pero rechazó la invitación.
Lallande fue invitada en el 2006 a la inauguración de natatorio de San Juan, pero rechazó la invitación. (teresa canino rivera)

En la década del 2000 hizo dos visitas a Puerto Rico, siempre para reuniones de su clase graduanda en la Academia San José de Guaynabo, en donde vivía junto a sus padres y hermanos, reveló su hija Nicole, quien agregó que acompañó a su madre en la primera visita.

“Fue una visitas agridulce. Ella se dio cuenta cuánto había crecido San Juan. Me enseñó en donde creció y estaba contenta de estar de regreso y ver a sus compañeras”, dijo Nicole.

Lallande se mudó a Estados Unidos luego de competir en Tokio 1964. Hizo un grado universitario en Marymount en Nueva York y trabajó como periodista en esa ciudad, entre otros lugares.

Lallande se desarrolló como nadadora en el Caparra Country Club de Guaynabo.

Sin embargo, la estrella nadadora nunca aceptó visitas a Puerto Rico para ser reconocida por el Comité Olímpico de Puerto Rico y la Federación Puertorriqueña de Natación en actividades como la inauguración de Natatorio de San Juan en el 2006.

Su esposo dijo Anita se sentía boricua y anglosajona y que esa doble identidad tal vez le nubló el juicio. Agregó que sobre todo fue decidida en sus respuestas.

“Su modestia fue parte de su respuesta. Era boricua y amaba a Puerto Rico profundamente. Era anglosajona y tal vez eso nubló su decisión o el hecho de que había estado tanto tiempo alejada de Puerto Rico. Siempre estuvo decidida a no ir”, dijo Giffen.

Giffen dijo que Anita no se alejó del todo de la natación, pero agregó que su esposa tenía poca estabilidad de residencia porque siempre le acompañó a las bases en donde lo transferían.

Pero dijo que regresó a la natación una vez se establecieron en Annapolis hace 20 años.

“Nadó Masters y le fue bien. Tengo recortes (de periódico) que documentan que ganó y que estableció marcas para la categoría de 55-59 años. A mi mamá todavía le quedaba”, dijo Nicole.

Lallande fue exaltada al Pabellón de la Fama del Deporte Puertorriqueño en el 1976. De hecho, fue la primera nadadora mujer y hombre, en ser exaltada al principal recinto del deporte boricua.