París, Francia. En el nivel intermedio de las gradas del Estadio de Francia había mucha gente feliz, pero ninguna más feliz que la que estaba en la sección 57, nivel E2.

Allí estaban los orgullosos padres de Gladymar Torres, la velocista que les trajo alegría y orgullo este viernes al debutar a nivel olímpico, y no solo eso, sino también conseguir una nueva marca nacional en los 100 metros planos, más un pase a las semifinales de la prueba en los Juegos Olímpicos París 2024.

Esos son Lissette Crespo y Juan Torres, quienes no podían contener la alegría de haber visto a su hija ejecutar de tal manera en el escenario más importante del atletismo ante sus propios ojos.

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“No se puede pedir más”, dijo Crespo, quien mañana, sábado, verá a su hija nuevamente en las semifinales de los Juegos con la oportunidad de, tal vez, convertirse en la primera mujer boricua en romper la barrera de los 10 segundos en los 100 metros planos. “Lo que podía esperar de ella era una marca nacional. Y además clasificó. No puedo estar más contenta”.

Torres, entrenada por Luis López, renovó su propia marca nacional con registro de 11.12 segundos. La marca nacional era de 11.20 y la había hecho en mayo pasado, cuando le quebró el récord a la especialista en vallas Jasmine Camacho Quinn, quien está aquí para defender su campeonato olímpico en los 100 metros con vallas.

La velocista boricua no podía contener las lágrimas.

Su padre ha visto a su hija trabajar para llegar a este nivel y se alegró por ella.

“Estoy muy contento. Ella se esfuerza y trabaja para eso y, sobre todo, contamos con que Dios siempre la está ayudando”, dijo.

En la sección 57, E2 también acompañaban a los padres la tía Bianca Crespo, el hermano de Gladymar, Daniel Torres y su madrastra Norma Díaz.

El momento climático de la felicidad en las gradas para los Torres y Crespo estuvo dividido en dos, siendo uno cuando miraron la pizarra del Estadio y vieron que al lado del crono de 11.12 segundos, y de las iniciales NR -que significan récord nacional- también estaba la ‘q’ por haber clasificado para las semifinales.

Lo primero que aparece en la pizarra es el tiempo. Luego se actualizan los datos con el ‘NR’, y finalmente, luego de celebradas todas las series, la ‘q’ completa la información.

Los Torres y los Crespo explotaron en llanto cuando vieron la ‘q’ alumbrar la pizarra y sus corazones.

“Comencé a gritar. Dije: ‘¡Marca nacional!’. Y luego vi la ‘q’ y comencé a llorar”, dijo la madre.

El segundo momento emotivo fue el encuentro de Gladymar con sus padres en el portón N del estadio, justo antes de que la atleta tomara camino a descansar a la Villa Olímpica. El encuentro no podía esperar, aunque la seguridad lo controló.

Y allí en el portón N el abrazo fue grande.

“Ella estaba muy contenta. Es una muchacha muy apegada a la familia. Tenernos a nosotros aquí, pues la puso más contenta aún”, puntualizó.