Lima, Perú.  El abanderado de Puerto Rico, Franklin Gómez, su delegación y el cantante boricua Luis Fonsi pusieron su parte en la linda ceremonia de inauguración que organizó Perú en su Estadio Nacional para darle la bienvenida a América a estos Juegos Panamericanos.

Oficialmente inaugurados, el calendario competitivo y la camaradería de los 41 países participantes inicia oficialmente este sábado.

Gómez y la delegación se llevaron una buena ovación del público peruano cuando entraron a la arena. El luchador entró de manera formal con La Monoestrellada, con la tradicional caminata desde su posición de escolta mientras sostiene la Bandera.

Aproximadamente un centenar de atletas, oficiales y personal de apoyo siguieron al abanderado en sus ropas de invierno.

Luego, a mitad el recorrido del largo de un campo de fútbol, Gómez vaciló portando La Bandera para animar a sus atletas. Dejó su posición de escolta de la delegación para correr hacia atrás, más o menos hasta a la mitad de la formación de la delegación, mientras agitaba el símbolo patrio.

En temperaturas de 50 grados Fahrenheit, aproximadamente una centena de atleta, delegados y oficiales boricuas desfilaron con sus bufandas y gorros de invierno detrás de Gómez, quien al final del recorrido, ante más de 70,000 personas en el Estadio Nacional, regresó a su posición de escolta por la arena para concluir el desfile boricua.

Aproximadamente un centenar de atletas, oficiales y personal de apoyo siguieron al abanderado en sus ropas de invierno.

Muchos atletas boricuas no pudieron asistir a la ceremonia porque no han llegado a Lima, porque están residiendo en subsedes distantes de la capital o porque descansaron para sus competencias de hoy, algunas de las cuales reparten medallas.

Fonsi también se llevó una ovación cuando fue presentado y coreado al abrir su presentación con Que te quiera como yo, al igual que con Si tú te quedas conmigo y Échame la culpa.

El acompañamiento del público fue aumentando con la interpretación del boricua de No me doy por vencido y, cuando se escuchó la apertura de los acordes del cuatro en Despacito, el estadio se puso de pie y canto la letra que le dio la vuelta al mundo.

La actividad se llevó a cabo en el Estadio Nacional de Perú.

Esa fue la última canción de Fonsi, quien recibió un aplauso y fue despedido con una Lluvia de fuegos artificiales que encendieron el Estadio Nacional.

Previamente, los Juegos San Juan 79 que cumplen 40 años habían sido recordados graficamente en la celebración durante un conteo regresivo delos Juegos desde Buenos Aires 1951 hasta Toronto 2015.

Y luego de una elegante y poderosa interpretación de La Flor de la Canela (Chabuca Granda) por el tenor peruano Juan Diego Flórez, el olimpismo usó la ceremonia para inaugurar oficialmente los Juegos con el izamiento de las banderas y el encendido del pebetero.

También desfilaron las otras 40 delegaciones participantes en estos Juegos, incluyendo la chilena, que será anfitriona d elos próximos Panamericanos, y la panameña, que en poco más de dos años hará los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

El estadio se llenó casi a su capacidad de 80,000 asientos, incluyendo los espacios en 168 lujosas góndolas, localizadas alrededor del estadio en su parte más alta. Los precios de las taquillas variaron entre $12 y $150. Hubo espacio del estadio que no fueron vendidos para ocupados por la prensa, diseños del espectáculo artístico y las propias delegaciones de atletas.

El espectáculo se dividió en dos partes: una representación cultural y otra musical.

El tema del espectáculo cultural incluyó un lindo y bien presentado viaje desde las antiguas culturas del Perú, a la Lima colonial hasta el presente del país. Destacaron sus coloridas danzas y variada música, su conexión con la tierra, el mar y el cielo.

El espectáculo musical cerró a ceremonia de Fonsi.