Fomentan entre los jóvenes la pasión por el balonmano
Luis Fuster, director técnico de Puerto Rico Elite Handball, comenzó el proyecto en el 2016 ante la necesidad de desarrollar nuevos talentos en la isla.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2014, la delegación de Puerto Rico celebró cuando los equipos masculinos y femeninos de balonmano ganaron medallas de oro y plata, respectivamente. Cuatro años después, ambas ramas sumaron preseas de plata en Barranquilla, Colombia, y hasta varios atletas boricuas han salido a jugar en ligas de clubes a nivel internacional.
Al tiempo que celebra esos logros, Luis Fuster ha tomado como misión comenzar a trabajar con el desarrollo las próximas generaciones que representarán a Puerto Rico en próximos años. Para ello, Fuster estableció el club Puerto Rico Elite Handball, una corporación dedicada a fomentar entre los jóvenes la pasión por el deporte con la esperanza de que la isla tenga encaminados los recambios que permitan al país el seguido alcanzando podios en los escenarios internacionales.
“Me estoy dedicando a levantar equipos en distintos pueblos mediante la formación de maestros de escuela elemental. La meta es que los maestros puedan presentar un equipo y le damos las herramientas para seguir el desarrollo para eventos federativos y, eventualmente, un tipo club”, explicó Fuster.
El proyecto comenzó en el 2016 y, actualmente, tiene presencia en Ponce, San Juan y Guaynabo. El objetivo a largo plazo es expandir a múltiples sectores de la isla.
“Lo primero es conseguir un maestro de educación física interesado para la preparación de los Juegos Escolares del Departamento de Recreación y Deportes (DRD) y de ahí partimos. La idea es masificar el deporte. La corporación se está encargando de eso creando torneos. Vamos a las escuelas para ofrecer clínica en donde nos llamen. Vamos desde Humacao hasta Ponce”, indicó Fuster.
A pesar de que el proyecto ha experimentado un auge, también ha enfrentado un poco de resistencia.
“La recepción es un poco cuesta arriba al ir a las oficinas municipales de recreación y deportes. Siempre al principio es un poco cuesta arriba porque el día a día es tan ajetreado y cuando uno presenta algo nuevo es poco confiable. Sin embargo, cuando nos metemos de lleno a las escuelas para hablar con el director, nos funciona mucho mejor porque la escuela se involucra y los jóvenes se enamoran del deporte. Le piden a los maestros los talleres y, de esa manera, lo hemos podido manejar”, recalcó Fuster.
“Eso nos funciona y se corre la voz. Nos llaman de otras escuelas y pueden hacer torneos”, continuó.
Dilemas dentro de la Federación
Fuster señaló que, a su juicio, la Federación Puertorriqueña de Balonmano atraviesa por una crisis que debe superar para así fomentar el desarrollo de los atletas que, eventualmente, integrarán las selecciones nacionales.
“Entiendo que la Federación hizo un buen trabajo en su momento, pero ahora se encuentra en una quiebra bien grande. Se encuentra en un estado crítico. La administración hizo muchas cosas, pero en este momento histórico no es así. Hemos tratando de colaborar para seguir desarrollando y masificando, pero hay una resistencia y no se sienten bien que otra persona haga lo que les corresponde”, lamentó Fuster.
Aun así, está esperanzado de que habrá un resurgir.
“Las selecciones siguen practicando desde los juniors y adultos, pero bien empobrecidos. Nos hemos tenido que sentar a pensar en iniciativas porque no podemos quedarnos sentados”, concluyó.