LAS VEGAS- Para muchos al ver el nombre Tony Ferguson en papel sin haber visto al peleador de UFC en foto o en persona, la primera impresión sería que es un estadounidense anglosajón.

Pero la realidad es que su nombre de pila original es Anthony Murillo Padilla, hijo de padre y madre mexicanos, oriundo de California y con rasgos aztecas evidentes. El problema es que su padre biológico nunca estuvo ahí para él en su vida, abandonándolo a él, a sus hermanos y su madre desde temprana edad.

No fue hasta que su madre encontró otro compañero sentimental que Ferguson supo lo que era tener un padre que se preocupara por él, que se hiciera cargo de sus necesidades y que lo apoyara en sus metas durante la dura etapa de la adolescencia.

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“Mi padrastro es mi verdadero padre. Ese es el que ha estado ahí en las buenas y en las malas. Cuando se comprometió con mi madre nos mudó hacia Michigan, donde tenía un buen trabajo y se hizo cargo de nosotros. Siempre nos motivó a hacer deportes y yo en escuela superior jugué béisbol, jugué football americano y comencé en lucha olímpica. El se preocupaba por enseñarnos de todo y si no sabía buscaba un coach que nos enseñara adecuadamente”, recuerda Ferguson, quien este sábado se medirá al peligroso pegador Abel Trujillo durante la porción de pague-por-ver de UFC181 en Las Vegas.

“Por eso antes de cumplir 27 años, que era la edad límite que tenia para hacer el cambio de apellido, decidí honrarlo a él y usar desde ese momento el apellido Ferguson. Esa fue una decisión muy importante para mí porque él ha sido una persona instrumental en mi vida. Ese sí es mi padre de verdad”.

De hecho, Ferguson admite que hablar de su padre biológico le ocasiona cierto malestar, aunque no le guarda rencor hoy día.

“Crecí con mucho coraje por no tener en mi vida a mi padre biológico. Ni siquiera me gusta hablar de él. Lo conocí en persona una vez cuando tenía 13 años a instancias de mis tíos. Y lo hice más por curiosidad para ver cómo me vería yo cuando tuviese su edad. Actualmente a veces me llama, pero no lo veo con ojos como si fuera mi padre. No le guardo rencor, pero no me relaciono mucho con él”, dijo Ferguson, agregando que esa experiencia le ha servido para él ser un padre dedicado.

“Si tienes hijos tienes que hacerte cargo de ellos. Tienes que ser responsable. Algunos padres no saben el daño que le hacen a sus hijos cuando los abandonan o no se relacionan con ellos”.

Listo para su duelo con Trujillo 

Sobre su pleito del sábado ante el aguerrido Abel Trujillo (12-5 con cinco  nocauts y tres rendiciones), Ferguson sabe que no tendrá una pelea fácil pues el peleador de ascendencia española es un tipo agresivo en su carácter personal que entra al Octágono a tratar de arrancarle la cabeza a sus rivales y a finalizar sus peleas lo más rápido y violento que pueda.

Por eso, el ganador de la temporada de The Ultimate Fighter 13 dijo que lo más importante es entrar sereno al Octágono para poder lidiar con la ferocidad de su oponente e inducirlo a errores.

Es muy importante pelearle tranquilo. El es muy agresivo. Hay que mantener la distancia con él, trabajarlo con movimientos laterales, mover la cabeza y estar pendiente a sus ‘barre-campos’. Es un peleador que viene a arrancarte la cabeza”, dijo Ferguson, quien fue un All-American en lucha olímpica en junior college y que también posee buena pegada pues exhibe foja de 16-3 con nueve nocauts, incluyendo nueve triunfos en sus pasadas 10 salidas con siete nocauts durante esa racha.

“Vi sus videos contra Khabib Nurmagomedov y al de Jamie Varner y Abel ataca mucho hacia la cara y no ataca casi al cuerpo. Eso lo hace vulnerable a que lo tiren al piso, donde yo tengo más experiencia. Pero puedo pelear arriba con él si es necesario. Es cuestión de pelear inteligente, velar sus rodillazos y seguir el plan de pelea”.