Cuando los atletas hablan de sacrificios no es por dar excusas.

Es que los atletas realmente sacrifican sus metas personales en beneficio de sus carreras deportivas. Al mismo tiempo, también hacen sacrificar a sus seres queridos.

Los atletas olímpicos Andrés Arroyo y Victoria Stambaugh son ejemplos. Son parte del Comité Olímpico de Puerto Rico.

Ambos fueron olímpicos en Tokio 2020, que concluyó en agosto pasado, y la pasada semana anunciaron que su familia creció o se formó.

El corredor olímpico se convertirá en padre por primera vez a sus 26 años y justo al inicio de su tercer ciclo olímpico como atleta.

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Su esposa Frances López está embarazada con un varón y la familia Arroyo-López celebró la bendición con un fiestón con familiares y amigos.

Mientras, la taekwondoista Stambaugh se casó el sábado, a un par de meses de cumplir 29 años y luego de años de campañas olímpicas por los pasados ocho años.

Stambaugh, quien reside en Estados Unidos, se casó en San Juan para formar hogar con Juan Cernada.

“Hemos estado esperando durante casi 2 años este día. ¡La cuenta regresiva está aquí!“, escribió la atleta hace un mes en su cuenta de Facebook.

Arroyo y Stambaugh mantienen sus carreras competitivas. De hecho, el corredor inició su temporada para clasificar al Campeonato Mundial de atletismo este verano y tiene planes de hacer campaña olímpica para París 2024.

Stambaugh también se mantiene en el gimnasio.