Los Ángeles. El exnovia del golfista estadounidense Tiger Woods, con quien mantuvo una relación durante unos seis años, llevó a la leyenda del deporte a los tribunales para obtener una indemnización millonaria y tratar de anular un acuerdo de confidencialidad que, según dice, le obligó firmar.

Según informa el medio TMZ, que asegura que tiene los documentos de la denuncia, Erica Herman alega que Woods le hizo firmar un acuerdo de confidencialidad al comienzo de su relación, en agosto de 2017, y que ahora, tras su separación, se la quiere imponer de forma indebida.

En la denuncia presentada el lunes, Herman cita una ley federal de Estados Unidos que asegura que un acuerdo de confidencial no se puede imponer cuando “hay evidencia de agresión o acoso sexual”, según explica el citado medio, que no da más detalles sobre este asunto.

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La exnovia argumenta que el acuerdo debe declararse inaplicable bajo la ley federal conocida como “Speak Out” (“habla”), que prohíbe que se pueda exigir la aplicación de un convenio de este tipo en casos de acoso o agresión sexual.

La denunciante también señala que Tiger Woods está intentando “avasallarla” para que guarde silencio sobre su relación, al querer hacer cumplir el acuerdo que firmó, añade TMZ.

El medio especializado en celebridades indica que ambos ya no están juntos, pero no se sabe cuándo se separaron: “Públicamente, no ha habido señales de una separación, aunque no hemos visto a Herman y Tiger juntos desde hace un tiempo, incluso en su última salida para jugar al golf hace unas semanas”, precisó TMZ.

Erica Herman afirma que los asistentes de Woods la convencieron en octubre pasado para que empacara una maleta y se fuera “a unas vacaciones cortas” sin el golfista, y la llevaron al aeropuerto. Una vez allí, le dijeron que no podía regresar a la casa.

Según los documentos que posee TMZ, la expareja alega que uno de los abogados del golfista incluso la recibió en el aeropuerto con una propuesta para resolver cualquier problema pendiente entre Tiger Woods y ella.

También dice que le confiscaron más de 40,000 dólares en efectivo que tenía en la casa y la acusaron “de manera injuriosa y difamatoria” de haber obtenido ese dinero de forma “turbia”.

La expareja demandó también al fideicomiso de Tiger, que es propietario de su vivienda, por 30 millones de dólares, porque afirma que ese es el “valor del alquiler razonable” de la casa durante los cinco años en los que podía seguir viviendo allí aún habiendo roto su relación y según un acuerdo oral que ambos firmaron.

El golfista estadounidense, que ha sido el centro de varios escándalos relacionados con su vida personal, tiene en su palmarés un total de quince ‘grandes’ torneos en su carrera y el pasado año acabó en la posición 47 en el Masters de Augusta, del que es cinco veces campeón.