Espinal, Culson y Cintrón: reyes de la esperanza y la alegría
Los atletas olímpicos Jaime Espinal, Javier Culson y Jeyvier Cintrón le trajeron a Puerto Rico triunfos y ejemplos muy significativos en el 2012.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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La tradición de los Tres Reyes Magos se continúa celebrando en Puerto Rico. Cada 6 de enero, estos personajes de la tradición cristiana les traen regalos a los niños, pero más importante que los obsequios materiales, traen alegría y esperanza.
Los Reyes Magos de Primera Hora ya le trajeron alegría al país entero durante los pasados Juegos Olímpicos de Londres 2012, al igual que los Magos de Oriente, según la tradición, llevaron ofrendas al pesebre de Belén.
Jaime Espinal trajo en su cuello una sorpresiva y emotiva medalla de plata en lucha olímpica; Javier Culson detuvo al país cada vez que pasaba una prueba en los 400 metros con vallas y demostró su calibre mundial con una presea de bronce y, además, fue campeón de la Liga Diamante de Atletismo en su disciplina; y el juvenil boxeador Jeyvier Cintrón estuvo cerca de subir al podio de medallistas olímpicos, no sin antes dar una dura batalla contra el campeón mundial de su categoría.
Estos tres atletas son más que simples deportistas, pues representan la esperanza de lograr los sueños y las metas que se proponen. Pero lo conseguido y lo que está por cumplirse no fue nada regalado, sino que han demostrado que hay que trabajar fuerte y sacrificarse para obtener logros.
Culson, Espinal y Cintrón aceptaron en pasados días una invitación de Primera Hora para vestirse de Reyes Magos y conversaron sobre esta tradición, sobre los valores y lo que significa convertirse en ejemplos a seguir por millones de puertorriqueños.
“Yo gozaba cuando llegaba enero, ya tenía los días contados para que llegara el día 6. Un día antes, pues siempre seguía la tradición de recoger la hierba, en las cajitas de zapatos, y con un candungo de agua”, dijo el ponceño Culson, quien también le inculca la tradición a su hija Yary.
Jeyvier Cintrón, por su parte, convertía la tradición en un dolor de cabeza para su madre.
“Yo recogía toda la grama del frente de casa y le escarbaba a mi madre las flores, pues hasta flores ponía en la caja de zapatos. Yo creía que me traían algo más grande si les dejaba flores… Mami siempre se enfogonaba porque le dejaba el jardín vacío”, dijo Cintrón, provocando la risa de sus compañeros de la pasada delegación olímpica boricua.
Para Jaime Espinal, la tradición del 6 de enero no fue tan practicada durante su niñez.
“Yo no tuve muchos Reyes, la realidad es que esa tradición no fue tan, tan grande en mi familia. Sí llegué a recoger grama en la caja de zapatos, pero no fue mucho”, expresó el luchador.
Los tres atletas coincidieron en la importancia de continuar tradiciones familiares como la de los personajes que hoy representan.
Estos Reyes Magos deportivos, lo quieran o no, son ejemplos para la juventud y para todos los puertorriqueños, sobre todo en lo que se refiere al valor de luchar por hacer realidad los sueños.
Culson, Espinal y Cintrón quieren darles un mensaje a sus seguidores, aunque el mejor de los mensajes lo dan con su labor diaria.
“Los sueños se hacen realidad. Las cosas llegan inesperadamente y no hay que recostarse de nada, hay que trabajar arduamente. Cada vez que se levanten de su cama, piensen en sus sueños y metas para alcanzarlas”, dijo Culson.
“Si yo logré mi sueño, que era traer una medalla mundial, olímpica, pues se puede. Desde los 16 años hasta los 28, he tenido una larga trayectoria de altas y bajas, pero nunca me rendí y seguí enfocado buscando mi sueño”, añadió el espigado vallista.
Espinal, de otra parte, preferiría no ser visto como un ejemplo a seguir, aunque reconoce que, con sus logros deportivos, es algo inevitable.
“A mí, en realidad, no me gusta que me vean como ejemplo, porque yo veo como ejemplo la Biblia, yo trato de vivir una vida agradable a Dios. Pero si necesitan verme a mí para hacer las cosas bien, bienvenido sea”, expresó Espinal.
“La realidad es que yo lo que les digo es que tengan fe, que se agarren a algo positivo y que, como he dicho muchas veces, el obstáculo más grande que tiene el ser humano es uno mismo. Tienes que tener confianza en ti, tienes que creértelo, y vas a ver cómo vas a ir alcanzando las metas poco a poco, no te desesperes”, añadió el carismático luchador.
A su corta edad, con apenas 17 años, Jeyvier Cintrón tiene muy claro que hay que trabajar arduamente para conseguir las metas deseadas.
“Sin sacrificio, no hay victoria. Yo me he sacrificado y he luchado por lo que he obtenido y he visto los frutos. Tú tienes que atreverte a dar el paso más allá, y eso es lo que yo digo, que nada en la vida es imposible, que sigan luchando por lo que quieren porque si nosotros lo hacemos, todos pueden hacer eso y mucho más”, exhortó el joven púgil.