En Puerto Rico, el público en el deporte es irremplazable
Luce poco viable que las ligas de aquí encuentren un modelo para poder jugar sus torneos sin fanáticos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
PUBLICIDAD
Las condiciones son desfavorables para la sustentabilidad de las ligas federativas de Puerto Rico en estos tiempos de pandemia por causa del virus Covid-19.
En nuestro terruño, son escasas las formas de generar ingresos que tienen las ligas, y mucho más difícil la creación de nuevas ideas que ayuden a compensar la pérdida del apoyo financiero que reciben los equipos por causa del apoyo del público por la venta de taquillas. Así las cosas, es un reto mayúsculo el pensar poder completar sus torneos jugando sin público. Parece ser que en el marco actual en el que el gobierno no autorizará actividades que generen aglomeraciones de público, las ligas están en una carrera y el tiempo les está ganando... les está empujando hacia tener que cancelar sus campañas.
Ahora bien, hay maneras existentes de generar ingresos alternos: las transmisiones de juegos por livestream y las apuestas a partidos. Lo que sucede es que sus ingresos no serán suficientes, aparte de que la primera opción no es práctica y la segunda no ha sido autorizada por el gobierno.
Y sobre todo ello, el tiempo corre.
“El factor tiempo no es un aliado en este momento”, admite el presidente del Baloncesto Superior Nacional, Ricardo Dalmau.
El Voleibol Superior Femenino mencionó el domingo que considera cobrarle a los fanáticos los ‘en vivo por internet’ que producen los equipos si el gobierno no le autoriza jugar con público presente este año.
Pero ese sistema no es práctico, según el testimonio de los Capitanes de Arecibo en el Baloncesto Superior Nacional, quienes por las pasadas dos temporadas han vendido sus transmisiones con más dolores que ganancias en ese servicio, dijo su gerente general, Ángel Edgardo García.
El factor tiempo no es un aliado en este momento
-Ricardo Dalmau / Presidente del BSN
“La experiencia ha sido terrible”, dijo García, analizando que el problema principal del monetizar el servicio es cómo prevenir que alguien piratée el producto, cosa de lo que los Capitanes han sido capaces de controlar.
“Nosotros cobramos el servicio y viene un listo y lo transmite para adelante y pone hasta sus propios anuncios”, dijo García.
“Lo vendemos en un paquete de $7 y $8, pero la gente que lo compra es una cantidad baja porque tienes una competencia desleal”.
García agregó que, además de que invirtieron en una producción particular para sus ‘en vivo’, también tuvieron que invertir en la seguridad del servicio para que los amigos de lo ajeno no les tomaran la señal.
“Y la seguridad del sistema cuesta”, agregó.
El livestream también tiene que considerar que no pueden vender los partidos que se transmiten por televisión nacional.
El livestream sirve como medio para atraer auspicios
Mientras, el productor de transmisiones por internet, Jeanc Rodríguez, tampoco cree práctico vender ese producto. Agregó que, de manera gratuita, el servicio atrae muchos fanáticos.
Rodríguez, quien preside la compañía Sports Bar, cree que el cobro del livestream jamás atraerá los 2,000 o 4,000 fanáticos conectados a la misma vez que han registrado sus transmisiones del Voleibol Superior porque el público quiere el producto gratuitamente.
En su opinión, el servicio de transmisiones por internet gratuito atraerá más auspiciadores que fanáticos.
“Creo que se debe usar para vender anuncios y generar ingresos”, opinó.
El Béisbol Superior Doble A también tiene transmisiones por livestream que atraen bastante público proveniente de los más de 30 equipos que componen la liga.
Pero el béisbol no está considerando generar ingresos por concepto de ese servicio porque no va a jugar pelota si el gobierno le niega la entrada de público a los estadios, según ha dicho su presidente, José Quiles.
Creo que (los livestreams) se deben usar para vender anuncios y generar ingresos
-Jeanc Rodríguez / Productor
Otra manera existente de generar ingresos para las ligas son las apuestas hechas en ley y supervisadas por la recién creada Comisión de Juegos del Gobierno de Puerto Rico, la que también supervisa el hipismo boricua.
Esa herramienta, sin embargo, no está habilitada para usarse porque la Comisión no ha generado el reglamento.
“Hasta que no se desarrolle la reglamentación para regular la actividad, la misma no se puede llevar a cabo”, dijo el director ejecutivo de la Comisión, José Maymó Azize.
Divididas las opiniones sobre las apuestas
De todos modos, los deportes nacionales vieron con escepticismo las apuestas legales sobre sus deportes cuando esta ley fue a vistas públicas en la Cámara de Representantes. Favorecieron la integridad del partido, la que se pondría en juego con las apuestas a victorias o derrotas, a desempeños individuales.
Maymó Azize agregó que en este momento histórico en el deporte se debe agilizar la creación del reglamento para que los deportes se puedan beneficiar. Las apuestas se implementan en muchas partes del mundo. La herramienta están bien comercializada en Europa.
Las ligas de Estados Unidos, como las Grandes Ligas y la NBA, planifican regresar sin público a sus acciones porque generan tanto dinero por derechos de transmisiones que pueden darse ese lujo. También cuentan con grandes auspiciadores y ganancias por conceptos de regalías por las apuestas. En las Grandes Ligas, por ejemplo, las taquillas solo representan el 40 por ciento de los ingresos de los equipos.
Las ligas de Puerto Rico, en cambio, no generan grandes ganancias por las transmisiones de televisión y dependen más del modelo tradicional que genera ingresos por venta de boletos de entrada de fanático y auspiciadores, así como asignaciones municipales.