Steven Moreno sabe hasta dónde desea llegar como atleta.

“Quiero ser especial y diferente”, dijo sin titubear.

El tenismesista podría alardear que ya cumplió con esos dos objetivos dado que, actualmente, ocupa el primer lugar en las clasificaciones oficiales de la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF, por sus siglas en inglés) para la categoría de 13 años o menos. Sin embargo, Moreno tiene otras ambiciones en mente. ¿Cuáles? Ganar múltiples medallas en futuros Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales.

“Quiero ser un campeón olímpico y mundial, además de una inspiración para mi gente de Puerto Rico. Son las metas que tengo”, agregó.

Moreno participa en el 2022 Butterfly Puerto Rico Open que se lleva a cabo en el Centro de Convenciones además de las hermanas Adriana y Melanie Díaz, así como Brian Afanador y Daniel González, entre otros.

Moreno guarda una fascinación particular hacia Adriana y Brian. Los considera, de hecho, unos modelos a seguir.

“Los admiro porque han logrado cosas por Puerto Rico en el tenis de mesa. Admiro a Adriana mucho porque ha alcanzado cosas que nadie en Puerto Rico ni en Latinoamérica había podido”, compartió.

“Cuando los veo jugar, me motivo. Son las estrellas de Puerto Rico y pienso que siempre tendrán admiración. Me siento bien orgulloso de ellos”, agregó.

Moreno, de 12 años, también ha ido ganando admiradores. Las solicitudes para fotos no han carecido y Moreno accede sin vacilar.

Para obtener el nivel de sus colegas tenismesistas, Moreno entrena ocho horas diarias seis días a la semana.

¿Piensas que tal vez estás perdiendo parte de la adolescencia?

“No, porque esto fue lo que escogí. Quiero ser diferente a los demás y para lograr eso, tengo que entrenar más. Las otras horas del día se las dedico a mi familia que es lo más importante para mí. En mi corazón, el deporte es importante también”.

En ocasiones, Moreno pasa un tiempo considerable tiempo alejado de sus papás para entrenar y, a su vez, participar en eventos de tenis de mesa.

“Es bien difícil porque a veces estoy fuera hasta por dos meses. No veo a mis papas. A veces me siento en la cama, empiezo a llorar porque soy un niño y los extraño. Pero para ser diferente a los demás hay que entrenar”, concluyó.