El famoso luchador Barrabás ha usado su retiro para reinventarse de un luchador sanguinario y de un manejador canalla a un cantante de trova que busca propagar las raíces boricuas a través de su música.

El contraste que ha experimentado Félix López Torres –nombre de pila del General Barrabás- tras 52 años en la lucha libre, ha sorprendido a muchos. 

“Yo me presenté en Aguas Buenas y en Corozal para ponerme a prueba de las críticas, y la crítica ha sido buena. Nadie cree que con lo parcelero que yo siempre era, que los maltrataba en la televisión, que decía que ellos (el público) tomaban agua de pozo, que eso era paja, ahora al ver a Barrabás cantar música jíbara, jamás lo pueden asimilar”, indicó en entrevista telefónica con este medio.

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Para esta Navidad, Barrabás viene con su “Artillería pesada”, nombre del grupo que lo acompaña, y con su primera producción musical de ocho temas de música típica boricua.

El disco lleva por nombre “De luchador a trovador”. El mismo contiene las canciones “Un luchador de la vida”, “Lo tiro al piso y lo plancho”, “En el seno del hogar”, “Una leyenda viviente”, el aguinaldo cagüeño “Le Canto a Puerto Rico”, el seis campero “A mi madre querida”, así como el seis chorreao “Todo el mundo habla de la muerte, pero nadie quiere irse”.

“Los números los escribieron Rubén Otero, Luisito Nieves, Jesús Serrano y Carlos O. Miranda”, dijo.

El disco también incluye la canción “El Viejo Carrusel” de Felipe “La Voz” Rodríguez.

Lejos de esa imagen que por años creó, de un hombre rudo que le gustaba darle con tubos y sillas a sus oponentes y a los rivales de los luchadores que manejaba, el General Barrabás le canta en su disco a su esposa, a la juventud y a las montañas.

“Me siento contento, realizado. Lo que he logrado con este disco es poner una mano para que otras generaciones no abandonen la música jíbara, la música típica de Puerto Rico”, manifestó el hombre, quien hace tres años se retiró de la lucha libre.

Dijo que se animó a grabar el disco porque “a veces quieren suplantar la música de aquí por la de otro país. Pero la música típica de la que hablaba el señor Ramito (Flor Morales Ramos), Chuíto el de Bayamón (Jesús Sánchez Erazo), Luis Miranda ‘El Pico de Oro’, ese valor, abrieron tanta brecha, pero los padres se olvidaron de enseñarle a esta generación de dónde vinimos y eso es lo que yo quise escoger”.

Pese a que era de pocos conocidos, el Barrabás cantaba en bautismos y fiestas mientras era luchador. Según contó, lo hacía imitando a Felipe Rodríguez.

“Donde quiera estaba contando como Felipe, pero nunca me dio por grabar un disco. No sabía que firmar un disco, hacer una producción conllevaba tanto respeto al público, tanto interés, responsabilidad. Esto no es meterse a un estudio a cantar a todo lo que da. Hay que pensar que le tiene que gustar al público”, soltó el exluchador.

Actualmente, el cantante de trova no tiene presentaciones artísticas programadas. Dijo que se dedica a promocionar su disco, el cual se puede comprar en los negocios Sulivan BBQ, ubicados en San Juan y Carolina, así como en una tienda de discos en el Canton Mall de Bayamón y en el Taller del Cuatro, ambos en Bayamón.

Su manejador es su hijo Félix López “Rayito”, quien también es promotor del salsero Víctor Manuel.

Barrabás comenzó en la lucha libre en la década del 60 bajo el nombre de El Rayo de Bayamón. Pero, como no tenía éxito, durante una lucha con Joaquín Padín, hijo, se transformó. Este lo llamó Barrabás, nombre con el que cimentó su carrera y se convirtió en leyenda entre los rudos de la lucha libre puertorriqueña.