Luego de que la taiwanesa Lin Yu-ting -una de las boxeadoras que había fallado la prueba de género en el Mundial de Boxeo de 2023- ganara en los cuartos de final y se asegurara una medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024, su oponente, la búlgara Svetlana Staneva, realizó un ofensivo gesto haciendo referencia a los cuestionamientos de género que había recibido su rival.

Tras finalizar la contienda (que cerró con una victoria unánime 5-0 de la taiwanesa), Staneva arengó a la multitud que se encontraba presente en el Centro de Exposiciones de Villepinte, sede del boxeo olímpico, rechazó el apretón de manos de su rival y realizó dos veces un gesto de X con sus dedos.

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El símbolo fue interpretado como una ironía hacia los cromosomas que identifican al género femenino (XX), frente a los que terminan al género masculino (XY).

De esta forma, la búlgara se sumó a la serie de quejas, críticas y agresiones que recibieron Yu-ting y su par argelina, Imane Khelif, por su participación en los Juegos Olímpicos de este año, especialmente al tratarse de un deporte en el que la fuerza y la potencia de los golpes marcan la diferencia a la hora de los resultados.

Yu-ting y Staneva ya habían sido rivales en los cuartos de final del Mundial de 2023. Allí la taiwanesa se había impuesto, pero al ser descalificada cuando detectaron que presentaba un número mayor de hormonas masculinas de las permitidas, la medalla de bronce que le correspondía fue a parar a Staneva.

En el caso de Khelif, su rival italiana, Angela Carini, abandonó con lágrimas su pelea a los 46 segundos. Tras este hecho, este mismo fin de semana volvió a ganar por puntos a la húngara Anna Luca Hamori y así se encaminó hacia una medalla en los Juegos. Tras la polémica generada en los últimos días cuando su rival abandonó con lágrimas su pelea a los 46 segundos, Khelif volvió a subirse al ring este sábado y superó por puntos a la húngara Anna Luca Hamori, en un combate del peso welter. De esta manera, la africana avanzó a las semifinales -es decir que al menos se aseguró la medalla de bronce-, donde se encontrará con la tailandesa Janjaem Suwannapheng.

Por su parte, el COI defendió la participación de las boxeadoras, ninguna de las cuales se identificó como persona transgénero. El propio presidente del organismo, Thomas Bach, aseguró este sábado que “nunca hubo ninguna duda de que son mujeres”. “Los ataques que recibieron en redes sociales son un discurso de odio que está alimentado por un agenda política”, consideró.

Los comentarios en las redes sociales -en su mayoría agresivos y ofensivos- no quedaron relegados solo a personalidades del ámbito deportivo. Las imágenes del triunfo de Khelif contra la italiana Angela Carini fueron compartidas por figuras políticas de derecha como la presidenta italiana, Giorgia Meloni, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, y hasta el presidente Javier Milei. Todos ellos pidieron que se revea la autorización del COI para que las deportistas compitan en París y comenzaron a replicar la noticia falsa de que se trataba de mujeres trans.