Montevideo. De admirar la película “300” a ser el único competidor latinoamericano en los Crossfit Games en categoría adaptada: la vida del uruguayo Mijaíl Pedrini quedó marcada por el ACV que sufrió en la adolescencia y hoy, 20 años después, presume de cómo mejoró su vida gracias al deporte.

Admirado por la obra creada por el estadounidense Zack Snyder y protagonizada por el británico Gerard Butler, Pedrini empezó a observar distintos vídeos de cómo se entrenaban sus protagonistas, cuenta en una entrevista con Efe en el gimnasio en el que hoy se entrena y trabaja preparando la competición de Estados Unidos, que tiene lugar a finales de julio.

Aquellos personajes del filme hacían Crossfit, un método de entrenamiento que combina ejercicios gimnásticos propios de la halterofilia con otros más metabólicos, como correr.

Como, según sus creadores, es una combinación óptima entre resistencia, fuerza, agilidad, potencia y flexibilidad, al uruguayo le interesó esa disciplina y empezó a averiguar si podía practicarla en su país. Los resultados no fueron muy alentadores.

Sin embargo, una publicidad aparecida en televisión lo derivó a un gimnasio en el que, poco después, comenzó a desarrollar una carrera que, desde el próximo 27 de julio, le llevará a levantar la bandera de Uruguay -y de toda Latinoamérica- en los Crossfit Games.

Esta edición será la primera de esta competición que contará con categoría adaptada.

LA IMPORTANCIA DE SEGUIR ADELANTE

Con 13 años, Pedrini sufrió un accidente cerebrovascular y, como relata a modo de ejemplo sobre las secuelas, debía usar un vehículo eléctrico para hacer las compras en el supermercado al lado de la casa de su abuela.

Sin embargo, resalta la importancia del deporte y pretende que su participación en los Crossfit Games sea un acicate para quienes tuvieron algún problema similar y no practican ejercicio.

“Se puede mejorar pila. A veces las limitaciones se las pone uno a nivel mental”, subraya al tiempo que presume de que, a diferencia de aquellos primeros tiempos, ahora, a sus 33 años, va a la compra sin que nadie le pregunte si le pasó algo en algún momento. Nadie advierte nada.

Pedrini resalta que eligió esa especialidad deportiva para reclamar su espacio en Uruguay y en toda Latinoamérica, pensando en otras personas como él.

Con la oportunidad de participar en una serie clasificatoria de la que cualquiera puede ser parte acudiendo a un centro homologado en cualquier país del mundo, el uruguayo logró su boleto para la cita mayor.

HORA DE LOS ‘CROSSFIT GAMES’

Tras obtener la tercera mejor marca del mundo en su categoría, Pedrini intentará mantener esa posición o mejorarla durante la cita que tendrá lugar en la ciudad estadounidense de Madison entre el 27 de julio y el 1 de agosto.

Dentro de esa categoría participarán cinco deportistas y él será el único latinoamericano. Pese a todo, Pedrini deberá pagar de su bolsillo los casi 1.500 dólares de gastos que implica la participación.

Por eso, asegura que “estaría bueno” que Uruguay ayude económicamente a cualquier deportista que logre una clasificación mundial para representar al país.

Igualmente, resalta que se encuentra en trámites para conseguir un pabellón para que lo acompañe durante su corta estadía en Estados Unidos, a donde va con muchas ilusiones.

“Mi expectativa máxima sería igualar el puesto que logré en el open, que es el tercero. Esa sería la meta máxima, no quiere decir que no pueda llegar más arriba, quiere decir que si salga tercero para mí sería un montón más allá de que somos cinco”, apunta.

Para eso continúa preparándose en el gimnasio Instinto CrossFit, en Montevideo, en el que además trabaja, por lo que pasa allí la mayor parte de su tiempo, algo que no le molesta.

“Para mí es parte de mi vida”, sentencia.