París. El agua del río Sena en París no cumplía las condiciones sanitarias el pasado día 17 cuando se bañó la alcaldesa, Anne Hidalgo, precisamente para demostrar que era apta para que se celebren varias pruebas de los Juegos Olímpicos.

La emisora France Info señaló este viernes esa contradicción una vez que se han hecho públicos los resultados de las muestras de agua que se toman diariamente para controlar los niveles de los dos tipos de bacterias (Escherichia coli y enterococos) que sirven para evaluar si se dan las condiciones.

El día que Anne Hidalgo se dio el esperado chapuzón, junto al responsable del Comité Organizador de los Juegos de París 2024, Tony Estanguet, y del prefecto (delegado del Gobierno) en la región Ile de France, delante de decenas de periodistas y cámaras se superaban los umbrales fijados por las autoridades sanitarias.

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En concreto, en el punto en el que se metieron en el agua, la concentración de bacterias E. coli era de 985 UFC (unidades) por cada 100 mililitros cuando el tope que había fijado la Autoridad Regional de Salud en 2023 era 900. En otro tramo del río, a su paso por Bercy, se llegaba a 1,017 UFC por 100 mililitros.

Los indicadores han mejorado en las últimas semanas, ya que en junio los niveles que se habían medido eran muy superiores debido a que el caudal del río era notablemente superior por las lluvias que habían caído aguas arriba en la parte final de la primavera.

El baño de la alcaldesa, que se había retrasado varias semanas precisamente por las malas condiciones del agua, era una imagen importante para despejar las dudas que han persistido desde que los organizadores de los Juegos de París decidieron que se harían en el Sena algunas de las pruebas.

En concreto, están programadas allí la prueba de natación del triatlón, el 30 de julio para los hombres, el 31 para mujeres y el 5 de agosto para el relevo mixto, así como los maratones de aguas abiertas femenino y masculino del 31 y el 5 de agosto, como parte de la estrategia de París 2024 para que los lugares más emblemáticos de la capital sean protagonistas de los Juegos.

Las administraciones francesas han invertido 1.400 millones de euros desde 2016 en un ambicioso plan para mejorar la calidad del agua y posibilitar a partir del verano de 2025 el baño en el tramo del río que atraviesa París, algo que no es posible desde hace un siglo.

Eso ha incluido la canalización de todos muchos desagües para que pasen por las depuradoras en lugar de verterse directamente al río, así como la construcción de depósitos gigantes.

Con esos depósitos se trata de que cuando llueve con fuerza de desviar una parte del agua de lluvia para que no vaya a las cloacas, ya que si sube mucho el nivel de éstas, los aliviaderos acaban derivando una parte del caudal al río y de esa forma lo contaminan.