Desde pequeño, Eddie Colón veía a su papá Carlos Colón luchar en estadios alrededor de toda la isla, pero también desempeñarse en áreas administrativas como vicepresidente de World Wrestling Council (WWC).

Como dicen, lo que se hereda no se hurta. Y es que Eddie ya no es un luchador más, pues es quien está a cargo de las labores que su papá realizó por muchos años como vicepresidente de la empresa.

“Es una responsabilidad que no es fácil, pero es algo necesario. Me siento como un luchador nuevo. Estoy aprendiendo cosas nuevas en una etapa nueva, pero me está gustando. Ahora yo entiendo por qué mi papá lo hizo por tantos años”, expresó Colón en entrevista con Primera Hora.

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Eddie comenzó esta nueva etapa en su carrera poco después de que fue despedido de la WWE en 2020 junto a otras superestrellas por recortes económicos. Desde ese entonces, ha tenido la oportunidad de estar a cargo de los últimos cuatro Aniversarios, el evento anual más importante de la compañía.

El pasado sábado se llevó a cabo Aniversario 51 en el Coliseo Rubén Rodríguez, de Bayamón. Allí, Eddie, de 41 años, se enfrentó a Ray González Jr. en una lucha callejera, pero eso no significó que dejó sus otras labores a un lado. Al contrario, pues durante todo el evento no se detuvo caminando de esquina a esquina verificando que todo estuviera corriendo debidamente tras bastidores.

“En un día normal, tenemos que hacer la logística de volar a los luchadores, conseguir hospedaje, hacer las entrevistas, programar con los luchadores las fechas que estén disponibles, negociar contratos. Son cosas que la gente no ve, pero que son necesarias para que este negocio sea rentable”, explicó.

Sin embargo, Colón aclaró que no tomó esta responsabilidad de la noche a la mañana. Durante ese tiempo, fue guiado por su papá y parece que ha seguido al pie de la letra sus consejos, pues los últimos dos Aniversarios han sido los más exitosos en los pasados 10 años con una asistencia de más de 9,100 y 7,412.

Los fanáticos vieron desde luchas con estipulaciones extremas hasta el regreso del eterno acróbata de Puerto Rico, Carlos Colón.

“No fue que yo me tiré a lo hondo de cabeza. Metí el pie primero y ahora estoy hasta el pecho, pero gracias a Dios y con los consejos que me ha dado mi papá hasta hoy día las cosas están bien. Este Aniversario fue uno de mucho éxito, así que espero seguir por este camino y no descarrilar la empresa porque muchas vidas, familias y carreras dependen de ella”, indicó.

La lucha libre puertorriqueña está atrayendo a muchos más fanáticos después de años de estragos y, para Eddie, este buen momento se debe al talento extranjero que están trayendo a las carteleras.

En Aniversario 51, estuvieron presentes Alberto “El Patrón”, Megacampeón de la AAA, y Nic Nemeth, campeón mundial de TNA. Ambos excampeones mundiales de la WWE con quienes Eddie tiene una buena relación por su tiempo en dicha compañía.

Adicional a eso, están intentando apelar a una audiencia más joven con el uso de las redes sociales.

“WWC por fin llegó al siglo XXI”, dijo entre risas. “Estamos en las redes. Yo soy un dinosaurio para eso, pero sé que para un negocio sobrevivir tiene que evolucionar e innovar. Hay muchas cosas que se pueden mejorar, pero nada es perfecto. Seguimos trabajando”, abundó.

Orgulloso de Carlito en la WWE

Por otro lado, a diferencia de Eddie, su hermano Carlito regresó en 2023 a la WWE. Actualmente, forma parte del grupo The Judgment Day, confeccionado también por Finn Balor, Dominick Mysterio, JD McDonagh y Liv Morgan, con quienes aparece semanalmente en el programa “Monday Night Raw”.

Y al preguntarle cómo se encuentra Carlito, a Eddie se le brotó el orgullo que siente por su hermano.

“Mi hermano, ese es el papá de los pollitos. Se ve más grande y está feliz. Se le nota en la cara y cada vez que hablo con él. De verdad que estoy bien contento por él, pero también hay mucha gente que lo está por él”, compartió.

De acuerdo con Eddie, el exluchador cubano de ascendencia puertorriqueña Konnan está más que contento de que Carlito está trabajando directamente con su ahijado, Dominick.

“A él le gusta que los dos estén juntos porque sabe la calidad de ser humano que es mi hermano. Está en una buena compañía y un buen lugar. Yo quisiera que hubiese regresado a WWE 10 años antes, pero está ahí y es una oportunidad. Todavía le queda mucho por ofrecer”, relató.