Dijon, París. Entre las parejas de padres e hijos que hay en la delegación de Puerto Rico para los Juegos Olímpicos París 2024, está la de Santos y Jerome Vega.

Y esta es la historia de la perspectiva de los Vega sobre qué significa llegar a una Olimpiada como padre e hijo.

Su historia, que nace en Luquillo, de donde son naturales los Vega, se transporta al avión que trajo a ambos a París, en una conversación íntima entre padre e hijo.

“Yo le decía en el avión de venir acá: ‘Jay (Jerome) vamos para una Olimpiada’. Estamos asimilando ese hecho y me ocupa hacerlo de la mejor manera posible”, reveló Santos.

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Santos es, además de padre, el entrenador de Jerome, quien clasificó a los Juegos Olímpicos en lanzamiento de martillo. Fue atleta, lanzador de martillo también, medallista en Juegos Centroamericanos y del Caribe. Pero no fue Olímpico, hasta ahora.

“Como atleta no logré mi máximo umbral por las razones que sean. Pero Jerome me superó y eso me pone súper contento verlo al otro nivel”, dijo Santos.
“Como atleta no logré mi máximo umbral por las razones que sean. Pero Jerome me superó y eso me pone súper contento verlo al otro nivel”, dijo Santos. (Xavier Araújo)

La delegación tiene también a las parejas de Adriana y Bladimir Díaz y la de Brian y Eladio Afanador, ambas en el tenis de mesa, con harto conocimiento sobre la satisfacción que siente como familia olímpica ya que París 2024 representan sus terceros Juegos Olímpicos.

La historia de los Vega también se transporta a Puerto Rico, a la etapa de atleta de Santos Vega como lanzador en la década del 90 y 2000, así como al desarrollo de Jerome como atleta, a la satisfacción de un padre en haber hecho de su hijo una mejor versión que la suya.

“Como atleta no logré mi máximo umbral por las razones que sean. Pero Jerome me superó y eso me pone súper contento verlo al otro nivel”, dijo.

De hecho, Santos tuvo el récord nacional del lanzamiento del martillo en el 2002. El récord fue de 65.87 metros, informó el entrenador Carlos Guzmán. Ese mismo año fue medallista de plata de los Juegos Centroamericanos San Salvador 2002.

Y Jerome fue quien le quebró el récord a su padre con un lanzamiento de 70.60 metros en el 2017. De hecho, ese récord fue el primer lanzamiento de un boricua por encima de los 70 metros.

El récord nacional de martillo lo sigue teniendo Jerome, quien ha elevado la marca a 75.98 metros con un impulso que hizo este marzo en Brasil.

La historia se completa aquí en París 2024, con un padre que recibe de su hijo el mejor regalo que le pueda dar.

Santos contó que como padre se siente realizado desde antes de que su hijo clasificara a unos Juegos Olímpicos. Así es porque ya había cumplido como padre.

“Mi papá me enseñó en su momento que nosotros, los padres, tenemos que darle lo necesario a nuestros hijos. Lo necesario era llevarlos a que tuvieran una educación. Bajo el estándar de mi viejo, ya estoy realizado. La Olimpiada es un regalo. Es un regalo increíble”, dijo.

Jerome le empaquetó el regalo y se lo entregará en París. Jerome debuta en los Juegos el 2 de agosto, cuando inicia la etapa preliminar del lanzamiento en el campo del Estadio Nacional.

“La Olimpiada siempre fue una meta como atleta. Siempre vimos las Olimpiadas por el televisor y siempre soñábamos con llegar acá sin saber si íbamos a llegar. Pero trabajamos para eso. Y qué mejor regalo que para un padre que su hijo llegue a la Olimpiada bajo su tutela. No fue la intención, pero salió así. Estoy súper encantado y orgulloso de que este dúo siga rindiendo frutos para Puerto Rico”.