El luchador de ascendencia puertorriqueña Luis Martínez, conocido como Damian Priest, se coronó esta noche como el nuevo campeón de peso pesado de la World Wrestling Entertainment, en la segunda noche del Wrestlemania XL que se celebra en Filadelfia.

Martínez, nacido en Nueva York pero criado en Dorado, capturó el campeonato al enfrentarse al ganador del encuentro titular del evento, que fue disputado entre el hasta entonces campeón Seth Rollins, y Drew Mcintire, quien se ganó la oportunidad de enfrentarse a Rollins tras imponerse a Randy Orton en el torneo Elimination Chamber.

Tras el encuentro, entre Rollins y Mcintire, en el que el último se coronó campeón, Mcintire fue atacado fuera del ring por C.M. Punk, quien participaba del evento como comentarista. Mientras Mcintire aún se hallaba en el suelo, Priest entró en la arena con el maletín de ‘Money in the Bank’, que le da el derecho al portador de enfrentarse al campeón en cualquier momento, y reclamó la oportunidad.

De inmediato, subió al nuevo campeón del mundo al cuadrilátero y los árbitros hicieron sonar la campana, tras lo que le aplicó una ‘çhoke slam’ al recién coronado monarca. Una vez en la lona, lo planchó para el conteo reglamentario de tres segundos, arrebatándole el fugaz reinado a Mcintire.

Priest protagonizó una larga rivalidad con el también boricua Bad Bunny, con quien luchó previamente en parejas. La rivalidad entre ambos culminó en una lucha callejera el año pasado en el evento Backslash 2023 en el Coliseo de Puerto Rico, en la que participó todo un plantel de estrellas latinas de la talla de Savio Vega y Rey Misterio y en la que apareció por sorpresa ‘Carlito’, después de años de ausencia de la WWE, en lo que marcó el inicio de su retorno a la principal compañía de lucha libre del mundo como parte del ‘Latino World Order’.