Eileen Zayas, la corredora boricua que llamó la atención por entrenar en un “freezer”, completó con éxito el Maratón de la Antártida celebrado este sábado (viernes hora de Puerto Rico).

Zayas estuvo utilizando por un tiempo el refrigerador industrial del antiguo restaurante Paula’s en Guaynabo para correr entre seis a ocho millas en una trotadora, por más de una hora, como parte de su retante entrenamiento y así poder lograr el hito.

“Antarctica Marathon DONE. Mañana les cuento. Que mucho me ayudaron los buenos deseos, y claro que no la podía embarrar si no lo lograba”, escribió en sus redes sociales la puertorriqueña como calce de una imagen en la que mostraba orgullosamente la medalla del evento.

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Un par de horas más tarde publicó en su página de Facebook varias imágenes del evento en el que agradeció los buenos deseos de las personas y se cantó lista para el maratón de África.

“Día especial. De celebración. Gracias Gracias Gracias por todo el apoyo y las hermosas palabras durante el training y en esta semana. Me llenaron de fortaleza. #Antarcticamarathon ✔️ Next one Africa con los leones”, celebró la boricua.

Y es que, al completar este logro en la Antártica, a la boricua solo le resta la carrera en el continente africano para completar El Seven Continents Club (SCC, por sus siglas en inglés).

El SCC es un club fundado en 1995 para corredores que desean completar un maratón o medio maratón en cada uno de los siete continentes. Al culminar los siete maratones, las personas reciben una prestigiosa medalla.

Antes de esta carrera, Zayas ya había completado los seis maratones más importantes del mundo (Boston, Londres, Berlín, Chicago, Nueva York y Tokio).

El Maratón de la Antártida es una carrera de 26 millas en el que las temperaturas suelen estar entre -4 grados y -31 grados Fahrenheit.

“Cuando empecé a indagar sobre cómo el maratón de Antártida se ha comportado en los últimos 15 años, descubrí que puede estar en cero grados, cayendo nieve en polvo o con mucho fango, así que varía. No hay patrón. Puede ser que lo corra con muchos charcos de fango, el suelo liso como piedra o nevando. De igual manera, puede haber vientos de -20°C y -30°C”, relató Zayas en febrero a Primera Hora.

Ante esta situación, la también gerente de operaciones de una compañía de alquiler de carros empezó a analizar cómo se podría preparar para un maratón tan complicado como este. Arrancó entrenando en la arena para simular como si sus pies se enterraban en nieve, pero no había descifrado la manera de prepararse para el frío hasta que uno de sus amigos corredores le comentó acerca del refrigerador industrial del antiguo restaurante Paula’s.

“Ese Paula’s cerró, pero el freezer de ellos estaba allí todavía, así que me comuniqué con el dueño del negocio y me permitieron usarlo hasta marzo porque no lo estaban usando. Nadie sabía si prendía. Mi esposo, que es contratista y un alcahuete conmigo, fue allá, lo arregló, le puso lámparas porque estaba completamente a oscuras, y mudamos la trotadora que tenía en casa para allá”, compartió.

Pero no tan solo debía entrenar para el frío, la boricua también debía aclimatarse al tipo de ropa que estaría usando en la carrera.

“Estoy usando tres capas de ropa. En una ocasión me puse tres, pero ya en la tercera o cuarta milla empiezas a sudar y te da calor. Ahí uno empieza a querer quitarse los guantes, pero te das cuenta que no puedes hacer eso porque te daría frío y ahí es que viene la hipotermia. Me ha servido para conocer cuál es el ‘happy medium’ en cuestión de ropa para este maratón”, aseguró en ese entonces.

El Maratón de Antártida se celebró en la Isla Rey Jorge, donde la presencia humana se limita a estaciones de investigación que pertenecen a países como Estados Unidos, Rusia y China.