Constante la presencia de los boricuas en las gradas
Algunos llegaron hasta Eugene, Oregon, para ver a Jasmine Camacho Quinn, mientras que otros han disfrutado los eventos de los Campeonatos Mundiales.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Eugene, Oregon. Bayamón y Naranjito son vecinos. Sin saber, sin conocerse, dos grupos de personas representativas de dichos pueblos estaban presentes en asientos vecinos de las gradas del estadio Hayward Fields.
Qué sorpresa cuando se percataron.
“¿De Bayamón?”, le preguntó el naranjiteño Abner Rivera a Migdalia Sanfeliz Rivera, de Bayamón. “Pues soy de Naranjito, de pueblo del voleibol”.
A lo que Sanfeliz Rivera le respondió: “No, el pueblo del voleibol es Corozal”.
Al menos a los dos les une la puertorriqueña Jasmine Camacho Quinn y el atletismo que vinieron a ver en los Campeonatos Mundiales.
Rivera se ha ‘enfiebrado’ con Camacho Quinn desde que la vio ejecutar casi a la perfección con resultados de oro y récord olímpico en Tokio 2020 y desde Naranito llegó, luego de hacer una escala en California para recoger a su hija Li Abneli y al yerno Wilson Morales para ver en persona a la atleta que le impresionó.
“Soy fanático de Jasmine desde que ganó oro en Tokio. Luego la fui a ver a Carolina (Clásico Primaveral de Carolina) en marzo, en donde le regalé una bandera de Puerto Rico en madera y me hice una foto con ella. La fui a ver en Ponce (Clásico Internacional de Puerto Rico). Y ahora estoy aquí porque tengo fe de que baje de 12.20″, dijo aludiendo a la posibilidad de récord mundial.
Sanfeliz Rivera reside en Carolina del Sur y hasta Eugen llegó para ver a Camacho Quinn, quien es natural del mencinado estado, así como apreciar el atletismo que vio con su familia.
“Viajamos lejos, pero siempre me ha encantado el pista y campo desde que estoy en escuela superior, en donde mis hermanos participaban en 800 metros, en la jabalina. Sigo la Liga Diamante por televisión y por eso estoy aquí”, reveló.
Dentro del grupo había otra historia reveladora: la de Wilson Morales, de Bayamón y quien tiene una conocida compañía de cronometraje de y medición de atletismo llamada “Tiempo de Llegada” y en el estadio Hayward Fields, está viviendo una experiencia de apredizaje con el sistema de relojes, cámaras y sensores que usa la World Athletics.
El sistema de tecnología Seiko.
“Estoy aquí para ver primero toda esta adaptación de la tecnología. Es otra visión. Y quiero disfrutar también la ejecutoria de los atletas, que está a otro nivel. A muchos de los que están aquí he tenido la oportunidad de cronometrarlos o han estado en eventos en que he estado. Pero al verlo desde afuera se aprecia de otro nivel”, dijo el también exatleta de la Liga Atletica Interuniversitaria con la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Bayamón.
Alrededor del grupo de naranjiteños y bayamoneses no podía faltar los turistas deportivos de Atoprico, que trajeron a 48 personas desde Puerto Rico para ver el Mundial desde el viernes, 15 de julio inaugural hasta que se apaguen las luces en el estadio el domingo.
Dos de los miembros, el expresidente de la Federación de Atletismo de Puerto Rico, el camuyano Luis Rivera Toledo, el expresidente del Comité de Fondismo, el coameño Osvaldo Rojas, van a terminar presenciando 10 días de competencias y a muchos de los más de 1,500 atletas que compitieron en la pista, el campo y la carretera.
Además, vieron a muchos más puertorriqueños en las gradas que viajaron desde distintos puntos de Estados Unidos.
“He visto boricuas que han venido de Seattle, de California. Hay un paquetón más por ahí”, dijo.