Juan ’Chichí’ Rodríguez representó a Puerto Rico en múltiples evento de naciones, como el World Cup, y se emociona de que los puertorriqueños Rafa Campos y María Fernanda “Marifé” Torres cumplirán su sueño de poner la bandera de Puerto Rico el golf de unas olimpiadas.

“Estoy emocionado por Campos, por Marifé, por el golf de Puerto Rico y por Puerto Rico”, dijo a este medio en legendario golfista de 85 años desde su residencia en el estado de Florida.

El golf regresó al ruedo olímpico en la edición de Río 2016. No era parte del calendario olímpico desde el 1904.

Y Campos y Marifé se convirtieron en las pasadas dos semanas en los primeros golfista boricua que verán acción en unos Juegos Olímpicos.

Relacionadas

Rodríguez dijo que ha visto jugar a Campos recientemente, además de que conoce del jugador porque su hermano y reconocido coach Jesús Rodríguez, trabajó con el golfista de 31 años.

El último recuerdo que tiene de Campos fue en la gira Professional Golf Association (PGA), específicamente en el torneo celebrado en Punta Cana, República Dominicana en marzo, luego del tercer puesto que el boricua logró en el Puerto Rico Open 2021. En Punta Cana, Campos finalizó en el segundo lugar, a ley de un putt para ganar su primer título de la PGA.

Y Rodríguez cree que el boricua tiene el juego y potencial para lucir bien en Tokio 2020.

“Lo he visto y lo he seguido y le va a ir bien el los Juegos Olímpicos porque él le da duro la bola, es un buen jugador y tiene pantalones”, opinó Rodríguez.

Rodríguez y Campos son los únicos jugadores boricuas con tarjetas de la PGA. La tarjeta convierte al jugador en un participante certificado en la PGA, que es la principal gira profesional del mundo.

Campos, por su parte, se convertirá en solo segundo jugador profesional boricua en jugar en Japón, un evento de alto nivel como las Olimpiadas.

Rodríguez fue el primero en el 1988, como parte de un evento de la gira Senior de Japón y recuerda la anécdota que sufrió con el entonces mejor jugador de Japón, Teruo Suhihara.

Cuenta Rodríguez que iba preparando mentalmente en discurso cuando caminaba hacia el hoyo 15 con ventaja de seis golpes sobre Suhihara y que tuvo que parar de maquinar lo que diría en su premiación cuando iba de camino al hoyo 18 y final con ventaja reducida de un golpe.

“Mi último putt en el 18 lo fallé y él fue a su putt para el empate. No sé cómo esa bola no entró. Lo que sí sé es que comencé a recordar lo que iba a decir en el mensaje”, contó.

Por lo demás, Rodríguez no echa de menos no haber sido olímpico. Las Olimpiadas no era parte del calendario Olímpico cuando Rodríguez era jugador.

Aún sin las Olimpiadas, Rodríguez se convirtió en una leyenda del golf mundial.

“No puedo vivir de lo que no hice. Tengo que mirar hacia adelante”, razonó.

“Mi hermano Jesús trabajó con ambos. Trabajó mucho con Campos

para ver el deporte que le hizo legendario hacer presencia en el ruedonivel olímpicos a dos boricuas con ;el