Los Ángeles. El alguacil del condado de Los Ángeles, Álex Villanueva, consideró que el choque y volcadura en el que Tiger Woods sufrió heridas graves fue “meramente un accidente”, con lo que se descartaría cualquier cargo penal, si bien las autoridades siguen investigando.

Los agentes no encontraron evidencias de que el astro hubiera consumido drogas o alcohol en niveles que lo incapacitaran para conducir, luego de que su camioneta volcó en un tramo empinado de una carretera donde habían ocurrido ya otros accidentes, dijo el alguacil Alex Villanueva.

“No estaba ebrio”, dijo Villanueva durante una conferencia mediante las redes sociales. “Podemos descartar eso”.

Woods, que en 2017 se internó en una clínica para recibir ayuda con el consumo de medicamentos que requieren de receta médica para su adquisición, conducía solo por un suburbio costero de Los Ángeles cuando su camioneta deportiva golpeó un camellón, invadió los carriles contrarios y volcó en varias ocasiones.

El accidente causó lesiones “significativas” que requirieron cirugía en la pierna derecha del golfista, de acuerdo con una publicación en su cuenta de Twitter.

Carlos González, agente de la ciudad y quien fue el primero en llegar al lugar del accidente, realiza patrullajes frecuentes por la carretera en cuestión. Relató que ha visto a gente que alcanza velocidades de 80 millas (129 kilómetros) por hora en una cuesta descendente.

El límite de velocidad en ese tramo es de 45 mph (72 kph). González dijo que los accidentes ahí son comunes.

Justin King, abogado en casos de lesiones personales en California, dijo que, si los investigadores demuestran que la carretera es insegura y que ello incidió en el accidente de Woods y en otros percances, el municipio enfrentaría responsabilidades.

El accidente ocurrió en los límites entre las comunidades de Rolling Hills Estates y Rancho Palos Verdes. El supervisor del condado que representa esa zona ha solicitado una revisión de seguridad.

En tanto, Villanueva dijo que los investigadores podrían solicitar muestras de sangre que descartaran definitivamente el consumo de drogas o alcohol. Asimismo, los detectives podrían pedir órdenes judiciales para revisar el teléfono de Woods, a fin de determinar si lo utilizaba mientras conducía.

Por otra parte, la grabadora de datos del vehículo o “caja negra” podría arrojar información sobre la velocidad a la que se desplazaba cuando sobrevino la volcadura.

Joe Giacalone, profesor en el John Jay College de Justicia penal y sargento retirado de la policía, consideró “prematuro” el que Villanueva haya determinado que el caso fue accidental, apenas un día después de ocurrido.

“Las pruebas de sangre podrían darnos otras pistas”, dijo Giacalone, quien indicó que algunas drogas no son necesariamente detectables mediante una mera observación. “Debido a que es Tiger Woods, la gente va a exigir respuestas”.