Dijón, Francia. Entre los servicios profesionales de especialistas puertorriqueños que reciben los atletas de la delegación de Puerto Rico para los Juegos Olímpicos de París 2024 está el de nutrición, que dirige la doctora Carmen Nevárez.

Nevárez está en estos días en su escritorio y comedor del campamento que hace la delegación en esta ciudad previo a entrar en la Villa Olímpica de París trabajando individualmente las tres comidas de los 51 atletas de la delegación, además de las bebidas que ingieren los atletas para recuperar lo perdido luego de un entrenamiento.

Se le ve en su computadora, ingresando data, en entrevistas individualizadas con los atletas, como Jasmine Camacho-Quinn, en el comedor supervisando las raciones de comida en cada plato, en comunicación con el chef de la delegación, Carlos Colón, pensando en cada atletas como si fuera una célula porque al final del camino es la célula la que se debe alimentar para que el atleta tenga las energías para la competencia.

“En el periodo en que nos encontramos, que es el de la periodización, tres semanas justo previo a la competencia, tenemos que procurar que esa célula muscular tenga todo lo que necesita. Hemos diseñado tres platos principales, dos meriendas y lo que se llama la individualización y a cada uno de ellos se le prepara una bebida de recuperación que debe tener algunos ingredientes, otros no los tiene porque depende del deporte. Este proceso es bien individualizado para asegurarnos que esa célula sea recuperada”, dijo Nevárez a Primera Hora.

Entre los presentes en el campamento de esta ciudad hay cuatro atletas que son de deportes de hacer peso antes de competir. Estos son los boxeadores, Juanma López, hijo, Ashleyann Lozada y los judocas María Pérez y Adrián Gandía. También están en la delegación, aunque fuera del campamento, los cuatro luchadores liderados por el abanderado Sebastián Rivera que también tiene que hacer peso como requisito para competir.

“Son la asignación especial, un reto, particularmente cuando tenemos atletas de los pesos bajos, en donde el proceso de perder peso es más complicado retante.Controlamos los ingredientes y cuando estamos en el comedor observamos mucho cuando se están sirviendo por si hay que quitarles raciones del plato”, ilustró.

Hay también atletas que ya han pasado por las manos de la doctora Nevárez en Olimpiadas anteriores, como Pérez, Camacho-Quinn, Adriana Díaz, Brian Afanador, Luis Joel Castro, Yarimar Mercado. Nevárez, egresada de la Universidad de Puerto Rico, ha sido la nutricionista de las delegaciones olímpicas de Puerto Rico desde la edición Londres 2012 de los Juegos.

Ese grupo de atletas veterano necesitan menos orientación, aunque siempre la supervisión es importante porque deben hacer ajustes por los cambios físicos que han sufrido con el tiempo.

“Son atletas familiarizados con los procesos”, sostuvo. “Quizás hay que apretar algunas tuercas porque nos descuidamos y este es el mejor momento. Aquí hay poca distracción. Aquí es comer, entrenar y dormir. Dentro de este ambiente es más fácil retomar los procesos. Aplicamos algunos comentarios, los entrevistamos, hablamos con ellos”, agregó.

Por otro lado, están los nuevos olímpicos, que nunca han pasado por la oficina de la doctora Nevárez. Esos cooperan al tener de ejemplo a los veteranos olímpicos y sentirse profesionalizados al recibir una orientación alimentaria que pondrá un grano en llevar a otro nivel su ejecutoria.

“Muchos de ellos están muy abiertos porque ven lo que sucede con el atleta de al lado. Preguntan ¿Y por qué él está tomando este producto? Se les explica y ellos dicen ¡Yo quiero! Y se abre esa puerta. Hay otra cosa y es que estamos trabajando con poco tiempo previo a la competencia y empezar a suplementar sin haber tenido una buena alimentación no es la mejor estrategia. Lo importante es que la célula esté nutrida. En el poco tiempo que tenemos es para trabajar con la base”, concluyó.