Bayamón. La icónica canción “Soy boricua” de Bobby Valentín y Marvin Santiago volvió a sonar el sábado en un evento de lucha libre cuando “El Eterno Acróbata de Puerto Rico”, Carlos Colón, hizo su entrada en WWC Aniversario 51.

Con la asistencia de un andador, Colón llegó hasta el cuadrilátero acompañado por su hija, Stacy, para estar en la esquina de Ray González en la lucha por el campeonato Universal contra Intelecto Cinco Estrellas. Los 7,412 fanáticos que se dieron cita al Coliseo Rubén Rodríguez, de Bayamón, lo recibieron con el mismo cariño que lo hacían cuando luchaba en cada rincón de la isla en las décadas de los 70, 80 y 90.

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Y es que habían pasado varios años desde que Colón aparecía en una cartelera de WWC debido a su batalla con la enfermedad de Parkinson.

“Mi papá está bien delicado desde hace cinco años con Parkinson. No fue algo fácil. Le afectó y le tomó tiempo aceptar algo así, pero se dio cuenta que la mejor forma de batallar esto es enfrentarlo”, confesó su hijo Eddie Colón en entrevista con Primera Hora durante Aniversario 51.

“Mi papá es una persona que yo admiro, porque él ataca todo con la misma mentalidad de no rendirse y no echar para atrás. Fue así en la lucha libre, en los negocios y ahora mismo con su salud. Lamentablemente, no hay cura para esto, pero él le va a dar la batalla. No quiere decir que la va a ganar, pero le va a dar tremenda batalla, abundó.

De hecho, Eddie contó que no fue difícil convencerlo de que apareciera frente al público en Aniversario 51. Todo lo contrario, pues fue Carlos quien le surgió la idea de estar en la esquina de González durante la lucha por el título Universal, una correa que Colón ganó en 26 ocasiones.

“Yo creo que en su mente él sabe que, mientras más viejo se pone, la condición degrada. Es una enfermedad progresiva, así que a lo mejor el año que viene va a estar menos fuerte o más flaco y yo pienso que, en este Aniversario, él decidió saludar una vez más o quizás una última vez al público, porque quien sabe si el año que viene no podrá”, indicó.

“Fue idea de él y yo estaba hasta un poquito aguantado. Cuando él dice algo, es difícil convencerlo de lo contrario”, admitió.

La algarabía que se desató cuando Colón salió por la cortina. No fue una sorpresa. El santaisabelino marcó un antes y un después en la lucha libre puertorriqueña con la fundación de Capitol Sports Promotion, ahora WWC, en 1973.

Como promotor, fue responsable de traer a Puerto Rico grandes estrellas de este rudo deporte, como “Macho Man” Randy Savage, Ric Flair, Bruiser Brody y Stan Hansen, entre otros. También, brindó una plataforma para el desarrollo de boricuas, como los Súper Médicos, los Invaders y Chicky Starr. Sin olvidar las sangrientas batallas que tuvo con Abdullah the Butcher por casi dos décadas.

Por esta razón, Eddie considera que su padre es un ícono que ha trascendido más allá de esta industria.

“Mi papá es un ícono. Él está ahí, con lo que es Roberto Clemente y Muhammad Ali. Por lo menos en Puerto Rico, es una de esas figuras que, si existiera un Mount Rushmore del deporte, estaría ahí”, opinó.

Los fanáticos vieron desde luchas con estipulaciones extremas hasta el regreso del eterno acróbata de Puerto Rico, Carlos Colón.