Saitama, Japón. El entusiasmo del debut olímpico de la Selección Nacional de baloncesto femenino de Puerto Rico fue una cosa. El resultado fue otro.

Puerto Rico participó a nivel olímpico por primera vez en su historia este martes, esto en la edición Tokio 2020, y luego cayó 97-55 ante China en un partido celebrado en el impresionante coliseo Saitama Super Arena.

La selección entró al partido con la emoción por encima del aro luego de pisar cancha olímpica y escuchar La Borinqueña por primera vez a este nivel.

“Fue un honor. Sin duda llevar el nombre de Puerto Rico a este nivel no tiene precio. En cualquier nivel no tiene precio. Pero escuchar La Borinqueña en este escenario es grande”, dijo la capitana de Puerto Rico, Pamela Rosado.

El segundo partido de Puerto Rico es el jueves ante Bélgica, el sexto clasificado del mundo que abrió su calendario sorprendiendo al segundo clasificado del mundo, Australia, por final 85-70.

En su primer histórico partido, Puerto Rico tuvo en el cuadro inicial a Jennifer O’Neill, Tayra Meléndez, Pamela Rosado, Jasmine Gwathmey e Isalys Quiñones.

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El primer canasto olímpico de Puerto Rico lo produjo la capitana Pamela Rosado, por vía de un triple en el segundo minuto del partido.

Rosado fue la mejor anotadora de Puerto Rico con 14 puntos. Jennifer O’Neill le siguió con 13 puntos e Isalys Quiñones aportó 10.

Luego del hecho histórico, China dominó.

“Creo que en la primera mitad no hicimos nada defensivamente. Es típico de un torneo así grande. En el primer cuarto nos anotaron 32 puntos. Esos son demasiados puntos. No nos vimos intentándolo”, dijo el dirigente de Puerto Rico, Jerry Batista.

La primera mitad finalizó 53-26 para las chinas, que tiraron para un 56 por ciento de campo y dominaron los rebotes por 30-11.

Puerto Rico dependió de sus titulares para anotar. El banco de las boricuas produjo solamente dos puntos. Siete jugadoras entraron del banco y se combinaron para tirar de 6-1 de campo.

O’Neill lideró a Puerto Rico en la primera mitad con nueve puntos. Pamela Rosado le siguió con seis puntos.

El cuerpo técnico de Puerto Rico conocía de antemano el reto gigante que tendría ante China, un rival conocido que le ha causado graves problemas por la estatura de las chinas.

Y la diferencia en estatura se notó inmediatamente. China controló los rebotes, algunos conseguidos por encima de las jugadoras boricuas, y provocó faltas personales en Puerto Rico, que tuvo que ayudar en defensa para compensar la marcada diferencia en físico.

“La estatura es clave. Estos equipos nos juegan adentro por nuestra falta de estatura”, dijo Rosado.

Quiñones tuvo un excelente comienzo de segunda mitad. Metió el balón de lejos y de cerca del canasto. Y reboteó con efectividad ante las torres de China.

Con Quiñones y presión de la defensiva boricua, las boricuas comenzaron la segunda mitad con un avance de 7-0, pero poco tardó China en frenar el avance.

“En la segunda mitad nos vimos mejor, y creo que fue la presión defensiva. Lo hablamos en el camerino”, dijo Batista.

China se dirigió al cuarto periodo en ventaja de 71-39. Al fin de cuentas, terminó el partido dominando la lucha de rebotes por 55-30.