Brian Afanador eleva su entrenamiento y metas a otro nivel
Motivado primeramente por su hija y esposa, y luego por sus recientes triunfos, el tenismesista apunta a subir en el ranking al puesto 50 del nivel mundial este año.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Utuado. Brian Afanador tiene todavía en su sistema emocional la carga de un partido que perdió en diciembre.
Vale destacar, sin embargo, que ya aceptó el resultado adverso. De hecho, lo vengó en enero. Pero lo mantiene en su sistema para no olvidar lo molestoso que es perder, y para tenerlo como punta de lanza hacia un repunte en su carrera que programa para el 2022.
“La meta en el 2022 es entrar entre los mejores 50 en el ranking”, dijo Afanador al recibir este domingo a Primera Hora.
Afanador ocupa el puesto 66 en el ranking de la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF). Ese es su mejor ranking de por vida. También es el ranking que le ganó el derecho de participar desde el 11 de marzo en el evento Singapur Smash 2022. Ese campeonato es el nivel más alto de torneos de la World Table Tennis (WTT).
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Ahí está gracias a ese resultado de diciembre que le motivó a buscar más ayuda para mejorar su juego.
“Al final del año pasado, el aspecto físico, fue algo que me di cuenta que tenía que trabajar. Especialmente luego de la derrota que tuve en diciembre, en el Campeonato Mundial, ante Joao Monteiro. Me ganó 11-8 yo ganando 8-6 en el séptimo set. Físicamente, él estaba más apto que yo. Desde ese momento me dio una motivación extra para trabajar el físico”, recordó Afanador.
De 25 años, Afanador importó desde entonces al jugador chileno de 27 años e integrante de la selección de su país, Alfonso Olave. Y entró de lleno con su nuevo preparador físico, el utuadeño Jaime ‘Nino’ Zambrana Rivera, quien comenzó a trabajar con Afanador en las primeras semanas de diciembre.
Y recuerda que siempre tiene en su equipo a su hija Antonella Isabelle y a su esposa Noralis Soé Lugo, por quienes lucha y en quienes busca apoyo. Antonella Isabelle ya tiene 1 año y dos meses de nacida y el tenismesista se derrite por su hija.
“Mi vida de papá me ha ayudado muchísimo porque tengo una base, porque sé que siempre luego de los entrenamientos voy a casa a estar con mis nenas. Eso siempre me llena de alegría y gozo. Emocionalmente me ha ayudado muchísimo”, dijo Afanador
Olave lleva dos semanas en Puerto Rico, pegándole a la pelota con Afanador, compartiendo en el afamado club de Utuado, viviendo en la Ciudad del Viví que el tenis de mesa ha puesto en el mapa internacional de este deporte.
Olave es un jugador con potencia en sus tiros, con talento para bloquear los tiros del boricua, con nivel para ayudar a Afanador a alcanzar el próximo nivel.
“Lo traje de sparring. Él me ha ayudado muchísimo es el aspecto técnico-táctico. Es uno de los nuevo integrantes para el equipo de trabajo. Vamos a seguir trayendo gente de afuera; aquí tenemos las instalaciones. Es un jugador muy agresivo, que me empuja físicamente y mentalmente. Es importante para mí porque no tengo cantidades de sparring partners aquí“, reflexionó Afanador.
Olave se prepara aquí para participar en eventos de Suramérica al tiempo en que ayuda al boricua para sus eventos internacionales. También está aprovechando el entrenamiento físico que hace el boricua junto a Zambrana Rivera.
Cuando Zambrana Rivera comenzó a trabajar con Afanador, el preparador llevaba dos semanas trabajando con el tenismesista. Ese ese periodo fue que Afanador cayó 4-3 ante Monteiro en el Campeonato Mundial celebrado en Houston.
Afanador regresó a Puerto Rico en diciembre y le dio continuidad al trabajo físico con su adiestrador. Tres semanas después, en enero del 2022, en el evento de nivel Feeders en Dusseldorf, Alemania, Afanador vengó su derrota ante Monteiro y alcanzó eventualmente, la final del evento.
No fue casualidad su victoria sobre Monteiro y el trabajo que venía haciendo con Zambrana Rivera.
“En el siguiente torneo pude jugar contra Monteiro nuevamente y le pude ganar en ese séptimo set. Ahí se ve la diferencia, ahí se ve la diferencia de ese trabajo que estamos haciendo”, dijo.
Zambrana ha integrado con más énfasis trabajos cardiovasculares para mejorar la estámina del atleta. Lo hace con trabajos en la máquina de trotadora por espacio de 40 minutos y repeticiones de velocidad. El fin es que el cuerpo esté listo para soportar juegos largos y la posición agachada que usan los atletas de tenis de mesa.
El padre y entrenador de Afanador, Eladio Afanador, sabe que la carrera es larga en el tenis de mesa que hoy día ve el mejor rendimiento de los atletas a los 35 años de edad. También sabe que cada nivel competitivo requiere un nivel un volumen mayor de trabajo para lograr los objetivos.
Afanador, el entrenador, cree que el volumen de trabajo de su jugador es el mayor al que se ha sometido en su carrera.
“Cuando se juega el tenis de mesa a nivel infantil, a nivel juvenil es una cosa. Cuando se juega a nivel adulto es otra. Hemos experimentado cosas y entendemos que con la ayuda del compañero (Zambrana y Olave) vamos a llevar esto a otro nivel”, dijo.