Brandin Cooks regresa a su segundo Super Bowl
El recibidor de los Rams vuelve al clásico de la NFL este domingo, esta vez ante el equipo con el que jugó en el súper tazón el año pasado.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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ATLANTA. Tan solo en las pasadas tres temporadas, Brandin Cooks ha atrapado pases de Drew Brees, Tom Brady y Jared Goff cuando jugó bajo el mando de Sean Payton, Bill Belichick y Sean McVay.
“Creo que sé escogerlos ¿verdad?”, preguntó Cooks con una sonrisa.
Cooks acumula un total de 3,786 yardas en recepciones y 21 anotaciones en esas tres campañas, que incluyen seis partidos de postemporada y dos Super Bowls consecutivos.
El año pasado, disputó con los Patriots la final de la NFL y el domingo jugará contra ellos, ahora con los Rams de Los Ángeles. También es el primer jugador en la historia de la NFL que logra 1,000 yardas en recepciones con tres equipos distintos en tres campañas al hilo.
Sin embargo, este increíble desempeño tiene sus explicaciones.
Cooks logró estas hazañas porque fue transferido antes de cada una de las últimas dos temporadas, es decir, cambió de equipo en dos ocasiones previo a cumplir 25 años.
Dos equipos de élite de la NFL —Nueva Orleáns y Nueva Inglaterra— decidieron que podrían prescindir del receptor, que a pesar de ser veloz y fiable, lo pusieron disponible para que lo escogieran en primera ronda.
Aunque se lo preguntaban con frecuencia durante el transcurso de los playoffs, Cooks insiste que no tiene mala voluntad contra los Saints ni los Patriots.
Parecería una venganza de postemporada, pero Cooks afirma que no tiene nada que ver que hayan sido sus exequipos los dos oponentes de los Rams en la postemporada. Los Rams derrotaron 26-23 a Nueva Orleáns por el campeonato de la Conferencia Nacional (NFC) y enfrentarán a los Patriots en el Super Bowl.
Aunque Cooks afirma que no lo tomó como algo personal, reconoce que los cambios de equipo le sirvieron de motivación durante su cuarta campaña consecutiva de 1,000 yardas y el subsecuente avance a la postemporada.
“Es echarle combustible al fuego”, declaró Cooks. “Sé que puedo disputar este partido a un alto nivel, sea que alguien lo piense o no. Mis traspasos son parte del juego, pero también me motivó para continuar”.
Este Super Bowl es una oportunidad particular para Cooks, quien advierte su gran fortuna de regresar a una final por segunda campaña consecutiva.
La temporada pasada, Cooks atrapó un pase con los Patriots durante el partido contra Filadelfia del que tuvo que salir debido a una conmoción que le impidió jugar la mayor parte del encuentro más importante de su vida.
“Estaría mintiendo si yo dijera que no pensé en lo sucedido toda la campaña, durante el receso y la pretemporada”, declaró Cooks. “Pero ahora que estoy aquí, me he liberado de ese pensamiento”.
Cooks ha evitado en la semana la insistencia constante de que compare el trabajo interno de los Patriots y los Rams; deliberadamente da respuestas sencillas y cortas como: “Ambos son grandes culturas. Esa es la similitud”.
Pero está claro que encontró calor en su natal California con los Rams, que lo han elogiado profusamente desde su llegada.
Incluso, antes de que jugara un partido con Los Ángeles, le ampliaron su contrato a cinco campañas por $80 millones y a cambio redituó 1,204 yardas en recepción, la mejor cifra de su carrera.
“Me puedo comprometer a lo siguiente: no vamos a transferirlo”, declaró McVay.